La start-up francesa Filtralife ha inventado una máquina capaz de potabilizar el agua dulce contaminada, incluso por pesticidas. La máquina funciona sin electricidad ni productos químicos. El agua pasa por una sucesión de filtros. Las membranas bloquean las partículas malas y preservan los minerales.
En un mundo donde el acceso al agua potable representa un desafío para una cuarta parte de la población global, según datos de UNICEF del 2020, emerge una innovación francesa que podría marcar la diferencia: Filtralife. Esta invención, capaz de filtrar 1300 litros de agua por hora sin necesidad de electricidad ni productos químicos, no sólo es un avance tecnológico, sino una luz de esperanza para millones de personas.
Filtralife, fruto del ingenio de Auguste Minot y respaldado por la empresa familiar fundada por Paul Minot, se presenta como una solución viable y eficiente para transformar cualquier fuente de agua, incluso las más contaminadas, en agua potable segura. A pesar de no haber ganado el concurso Tech For Futur 2024, el impacto potencial de Filtralife en la salud, educación y calidad de vida de las poblaciones en países en desarrollo es indiscutible.
Este sistema de filtración, protegido por patente, se destaca por su capacidad de purificar el agua eliminando metales pesados, bacterias, virus, microorganismos, pesticidas y otros químicos nocivos.
Cumple con las rigurosas normas ARS y del Ministerio de Salud de Francia, asegurando la calidad y seguridad del agua producida. La tecnología detrás de Filtralife combina nanofiltración y osmosis inversa, reteniendo contaminantes mientras preserva los minerales esenciales para la salud. Las pruebas realizadas bajo la supervisión de Bernard Legube, profesor emérito de la Universidad de Poitiers y experto en calidad y tratamiento de aguas, han demostrado la eficacia de Filtralife al purificar aguas extremadamente contaminadas, como las de la Marne, una de los ríos más contaminados de Francia.
¿Cómo funciona?
Se trata de una máquina de tamaño mediano, con un depósito arriba y filtros en su interior, que se instala al borde de un curso de agua.
Se opera manualmente mediante una palanca que se tira de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, por lo que no se necesita otra fuente de energía. Tampoco hay productos químicos.
Para operar la máquina, se vierte agua cruda en un tanque. Luego, el agua pasa por varios filtros, el último de los cuales es extremadamente fino, y sale potable. Es inodoro, insípido, incoloro y sobre todo de excelente calidad.
Aplicaciones.
La aplicación de Filtralife es amplia y prometedora. Desde comunidades rurales sin acceso a redes de agua potable hasta situaciones de emergencia como desastres naturales, guerras o crisis sanitarias, este sistema puede proveer una solución inmediata y sostenible para el suministro de agua potable. La máquina, que no requiere de electricidad para su funcionamiento, puede ser operada manualmente y es capaz de abastecer a pequeñas comunidades, destacando su utilidad en contextos diversos y desafiantes.
En la actual fase de comercialización, el enfoque de Filtralife está en colaborar con gobiernos, organizaciones no gubernamentales, corporaciones internacionales para maximizar su alcance. La producción, localizada mayoritariamente en una planta metalúrgica cerca de Valence-en-Poitou, demuestra la capacidad de la empresa para responder a grandes demandas, prometiendo ser un jugador clave en la lucha global por el acceso universal al agua potable.
Filtralife no es solo un producto, es un llamado a la acción para enfrentar uno de los retos más críticos de nuestro tiempo: garantizar que cada persona en el planeta tenga acceso a agua potable segura. A través de la innovación, la dedicación y la colaboración, Filtralife está sentando las bases para un futuro donde el agua limpia y segura sea una realidad accesible para todos.
Más información: filtralife-solution.com
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Source: ecoinventos.com
