Haarlem es una ciudad neerlandesa que forma parte del área metropolitana de Ámsterdam, y que se halla a apenas quince minutos de la capital del país, también muy cercana al Aeropuerto de Schipol en el que desembarcan millones de pasajeros al año dispuestos a visitar y descubrir los encantos de los Países Bajos. Con más de 160.000 habitantes, se trata también de una localidad con una larga tradición cervecera, pues ya os hemos hablado en el pasado de Jopen y su espectacular Jopenkerk, una antigua iglesia reformada que ahora hace las veces de cervecería.
Precisamente en Jopen empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de la cerveza el protagonista de esta historia, Robbert Uyleman, primero detrás de la barra del ya mencionado Jopenkerk, y posteriormente aprendiendo el oficio de cervecero de la marca, sin no antes haber hecho sus primeros pinitos como homebrewer en la cocina de su casa. Sus ganas de crear su propia marca de cerveza le llevaron a fundar Uiltje Brewing Company y las primeras cervezas bajo esta denominación se fabricaron en las instalaciones de Jopen.
Pero la marca del mochuelo pronto empezó a ganar en popularidad y cada vez había más demanda, por lo que Rob decidió que era el momento de volar y encontrar un lugar adecuado para establecer su propio nido. Así, en 2016 inauguró su propia fábrica en Waarderpolder, un distrito industrial y empresarial al este de Haarlem, desde donde la marca ha empezado a ganarse un nombre en la escena internacional, con prácticamente el 40% de la producción destinada al mercado extranjero.
Más de cuatro años después, Uiltje emplea más de 20 personas en su fábrica de Haarlem, además del personal de sus otros establecimientos abiertos en la ciudad como su propio bar de cerveza artesanal con 30 tiradores en el centro histórico, a pocos metros del ya citado Jopenkerk, y su llamativa Coffee and Fresh Beer Bottle Shop, una especia de cafetería donde uno puede tomarse desde un donut recubierto de chocolate hasta una cerveza enlatada hace escasas horas.
Porque desde 2019, Uiltje está poniendo especial énfasis en las latas, cuyos beneficios para la conservación de la cerveza hemos repetido tantas veces (mayor protección contra la luz, estanqueidad total y ventajas para el transporte y el almacenamiento). De hecho, desde mediados de 2020 han desterrado la botella por completo, deshaciéndose de su planta de embotellado y centrándose exclusivamente en el enlatado. Así es normal que la marca se haya especializado en IPAs y cervezas más lupuladas a lo largo de los últimos años, si bien en sus principios también sentía cierta predilección para la maduración en madera pudiendo encontrar por aquel entonces varias barricas de ron, vino, whiskey, ginebra, bourbon, calvados y coñac entre sus fermentadores y maceradores.
Cerveza Uiltje Bird of Prey, un ave de presa con poderes sobrenaturales
Uiltje Brewing Company
Dentro de la línea fija de cervezas Uiltje, hay que destacar sin duda alguna su Bird of Prey, el auténtico buque insignia de la marca y una de las mejores cervezas elaboradas, no sólo en los Países Bajos, sino también en el mundo. Se trata de una IPA elaborada con lúpulos americanos Cascade, Citra, Simcoe, Mosaic y Chinook, y maltas de tipo pilsner y pale ale, para dar lugar a una cerveza rubia y muy lupulada, con una graduación alcohólica del 5,8% y 45 IBUs de amargor.
Como todas las referencias de Uiltje, antes de degustarla ya destaca por el diseño gráfico de su etiquetado y enlatado. En este caso, nos muestra el mochuelo icónico de la marca en plan superhéroe, con una pequeña tira cómica que se ha convertido en característica de la marca. Como ellos mismos las definen, se trata de una IPA sobrenatural, ideal para superhéroes de la vida real, que hay que beber fresquísima para apreciar todo su sabor y aroma, si no, corremos el riesgo de que se convierta en criptonita.
¿Es un pájaro?, ¿es un avión? ¡No… es Bird of Prey!
Como ellos mismos confiesan, se trata de una de las cervezas de las que más orgullosos se sienten. Y ahora más todavía, pues en noviembre de 2020 el prestigioso certamen cervecero, Brussels Beer Challenge le otorgó la medalla de oro a la mejor cerveza en la categoría de American IPA con una graduación inferior a 6,5%. Otra muestra más de la calidad de esta cerveza.
Y para entender un poco más la excelencia de esta referencia, desde julio de 2020 forma parte de la carta del aún más prestigioso restaurante De Librije del chef Jonnie Boer, ubicado en la localidad neerlandesa de Zwolle, y un asiduo de las Estrellas Michelin desde 1993, ostentando tres estrellas desde 2004. Comparte lista con lambics, dubbels y tripels belgas, y obviamente es la única cerveza enlatada que se sirve en el local.
Source: www.bonviveur.es
