Cómo plantar el fresno de flor (Fraxinus ornus)

Fresnos hay muchas especies, pero esta vez nos alejamos un poco de lo común y analizamos el conocido como fresno de flor o, como se conoce científicamente para eliminar cualquier tipo de duda, Fraxinus ornus.

Un árbol muy interesante para cultivar en jardines y parques debido a sus grandes dimensiones, su porte y sus características ornamentales. Su origen es europeo, por lo los fresnos están acostumbrados a climas continentales y frío en invierno, perdiendo sus hojas cuando bajan las temperaturas (árbol de hoja caduca).

Hoy en día se encuentra extendido casi por toda la totalidad del mundo, cultivándose en varias zonas de Asia, clima mediterráneo, Turquía, Siria, Líbano y un largo etcétera.

Características principales del fresno de flor (Fraxinus ornus)

El fresno de flor, conocido científicamente como Fraxinus ornus es un árbol del mismo género que el olivar, Oleaceae, y del género Fraxinus. Es un árbol de mediano porte, alcanzando en su estado adulto una altura media de entre 8 y 10 metros.

Es una especie de hoja caduca, habitual en árboles de zonas frías y continentales europeas. El aspecto de sus hojas es un verdeo oscuro, casi grisáceo, con forma ovalada y el final aserrado. El envés tiene un aspecto peloso al tacto.

Lo más interesante desde el punto de vista ornamental de Fraxinus ornus es, y de ahí su nombre común como fresno de flor, su floración. A diferencia del fresno común, emite una floración en forma de inflorescencias de color blanco, de aspecto pelosa, muy aromáticas y de morfología hermafrodita.

Esta floración se produce en primavera, después de la salida de las hojas, aproximadamente en los meses de abril y mayo.

Fresno de flor Fraxinus ornus

Guía de cultivo de Fraxinus ornus

En general, el fresno de flor sigue las mismas recomendaciones que otras especies Fraxinus, especialmente el fresno común. Son árboles resistentes a las inclemencias, con un amplio abanico de temperaturas y sin muchos requerimientos de humedad o fertilidad de suelo.

Comentamos, punto por punto, cada uno de los aspectos más interesantes de su cultivo.

Clima apropiado

Fraxinus ornus es una de las especies más resistentes al frío dentro de su género. Sin embargo, en España es habitual observar ejemplares en toda la cuenca mediterránea y el valle del Ebro, por lo que no vas a tener ningún problema, incluso en condiciones de frío intenso, para plantarlo en tu jardín.

Por su porte, se adapta perfectamente a condiciones de plena iluminación o semi sombra.

Es ideal un poco de humedad ambiental, especialmente en climas de veranos muy calurosos, donde agradece la brisa costera siempre y cuando no sea muy salina ya que no tolera suelos salinos.

Tipo de suelo

El único requerimiento para el cultivo del fresno de flor es que sean suelos frescos. Este tipo de suelos se caracterizan por conservar bien la humedad, ser porosos y no guardar mucho la temperatura en verano.

En el caso de que vivas en una zona muy calurosa en verano, incorporar una capa superficial de materia orgánica le permite mantener aisladas la temperatura en el entorno de sus raíces, al tiempo que mejora la conservación de humedad.

Puedes plantarlo en suelos calizos o ligeramente ácidos, con total independencia de la textura de suelo.

Riego

Para el cultivo de Fraxinus ornus es necesario un aporte continuo de humedad en el suelo, manteniéndola constante durante casi todo el año. Necesita suelos frescos y ciertamente húmedos, de ahí que suela crecer en entornos cercanos a ríos y laderas.

Para mantener la humedad y evitar que se seque el riego, proponemos las siguientes recomendaciones, siendo lo más recomendable el riego mediante goteo.

  • Riego en otoño e invierno: 1 riego a la semana o nada si hay precipitaciones con cierta regularidad.
  • Riego en primavera y verano: 2 a 3 riegos por semana, con una dosis de 4 L/árbol en ejemplares adultos

Abonado

El fresno de flor no se suele abonar, salvo que quieras favorecer su desarrollo en los primeros años de vida o detectes alguna carencia de micronutrientes. La más habitual es la carencia de hierro, especialmente en suelos calizos o de pH alto, donde el hierro se vuelve insoluble y no las raíces de las plantas no lo pueden asimilar.

Lo más recomendable para este árbol, especialmente para mantener un suelo fresco y poroso, es la aplicación regular de materia orgánica. Aportaremos un mantillo superficial de 5-10 kg de materia orgánica alrededor del tronco cada año.

Si lo plantas por primera vez, realiza la misma operación pero introduciendo la materia orgánica en el hoyo de plantación.

Poda

Fraxinus ornus no requiere poda salvo para la eliminación de ramas torcidas, dañadas por el viento o secas.

Multiplicación

La reproducción de este árbol se puede realizar mediante semillas o por el método clásico de esquejes. Mediante semillas resulta complicado dado que necesitan un periodo de germinación largo que puede superar el año.

Habitualmente se realiza por esqueje o estacas, aunque no es tan sencillo como con otras especies. Suele aprovecharse los tallos basales para conseguir enraizarlos y obtener especies idénticas.

Sin embargo, la forma más habitual es comprando una especie joven en un vivero especializado, ya que adelantamos varios años su desarrollo y no resulta muy costoso de obtener.

Usos habituales del fresno de flor

El principal uso actual es como árbol ornamental. Sus condiciones de adaptación a diferentes rangos climáticos y su resistencia le permiten ser utilizado como una especie de gran porte para parques y jardines.

Habitualmente esta especie se suele injertar sobre patrones más resistentes y que le otorgan un aspecto diferente a la corteza del árbol, utilizando como patrón la especie Fraxinus excelsior o fresno común.

Sin embargo, ha tenido varios usos desde la Edad Media e incluso antes. Fraxinus ornus produce una savia que contiene bastante azúcares y que se puede extraer fácilmente de su corteza. En Sicilia era habitual comercializar esta savia transformada a sólido y conocida como maná o goma siciliana.

Este maná o goma se utiliza tanto por su sabor como por ciertas propiedades medicinales adjudicadas. La savia, como sucede con muchas otras plantas, tiene cierta actividad laxante y efecto purgante en dosis altas. A su vez, se consideraba que tenía efecto antiinflamatorio y diurético.

Entre los principios activos obtenidos de la savia de Fraxinus ornus se encuentra el manitol (la mayor concentración), resinas, manotriosa, hexosa, exatetrosa y heterósidos cumarínicos.

Source: www.agromatica.es

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