Restaurar la naturaleza es la más importante tarea de nuestro tiempo – Cuatro razones

Por Jake M. Robinson 

La degradación de los ecosistemas es un fenómeno global. Se espera que para el 2050, el 95% de la tierra de la Tierra se degradará. Unas 24 mil millones de toneladas de suelo ya han sido erosionadas por prácticas agrícolas insostenibles. Esta degradación de la tierra es la causa principal de pérdidas de funciones de los ecosistemas, como el reciclado de nutrientes y regulación del clima. Estas funciones sustentan la vida en la Tierra.

Se reconoce que esto es una crisis mundial. En una cumbre de la ONU en septiembre 2020, más de 70 líderes mundiales, excepto los de EE. UU., China o Brasil, firmaron el Compromiso de los Líderes por la Naturaleza, prometiendo tomar medidas drásticas contra la contaminación, eliminar el vertido de desechos plásticos y fortalecer acuerdos ambientales en todo el mundo. Este es un buen paso, pero como señaló la Secretaria General Adjunta de la ONU Amina Mohammed en el evento, para “rescatar el frágil tapiz de vida del planeta, necesitamos mucha más ambición y acción”.

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Este año, 2021, es el inicio de la Década de las ONU para la Restauración de Ecosistemas, cuyo objetivo es abordar la enorme tarea de restaurar hábitats degradados en todo el planeta. En un contexto de crisis ecológica, esta declaración es una oportunidad para revivir nuestro sistema de soporte de vida: el mundo natural. La ONU ha destacado varias acciones importantes para empoderar un movimiento de restauración global, como la inversión en restauración e investigación, celebrar el liderazgo, cambiar comportamientos y construir la próxima generación.

No hay duda de que se trata de un plan ambicioso. Pero debe convertirse en acción. Tales promesas, en realidad, pueden actuar en contra de la acción al crear la ilusión de que se está haciendo algo. A menudo existe una brecha entre la retórica y la realidad. De hecho, las naciones del mundo no han logrado plenamente ninguno de los 20 objetivos globales de biodiversidad establecidos por la ONU hace una década. La humanidad se encuentra en una encrucijada. Lo que decidamos hacer ahora afectará a muchas generaciones futuras.

Nuevas investigaciones demuestran constantemente la urgencia de la situación. Un estudio reciente sobre las consecuencias de la deforestación indiscriminada, por ejemplo, sugiere que tenemos menos del 10% de probabilidad de sobrevivir los próximos 20-40 años sin enfrentar un colapso catastrófico si seguimos en nuestra trayectoria actual.

Aquí, resumo cuatro razones clave por las que la restauración ecológica es el esfuerzo más importante de nuestro tiempo. Si queremos revertir la crisis ecológica que enfrentamos actualmente y proteger la biodiversidad para sí misma y para las generaciones futuras, debemos convertir las promesas en acciones inmediatas y restaurar nuestros ecosistemas a nivel mundial.

1. Los suelos saludables sustentan la vida en la Tierra

Nuestros sistemas alimenticios dependen de suelos saludables. La reactivación de plantas, cultivos y bosques depende de la reactivación de suelos degradados. Esto depende de la restauración de las complejas relaciones entre el suelo, las plantas y una plétora de microbios, incluidos hongos, bacterias y virus.

Los hongos proveen servicios esenciales a los ecosistemas, pero también están disminuyendio.
Foto de Jesse Dodds en Unsplash. FAL

Suelos saludables prosperan con estas formas de vida microscópicas: son esenciales para el crecimiento de plantas y la protección contra enfermedades. La degradación del suelo no sólo amenaza el valor intrínseco de los ecosistemas, también nuestra capacidad para producir alimentos saludables y sostenibles. Y proteger y revivir nuestros suelos y sus amigos microbianos es clave no sólo para los humanos, sino también para las diversas especies de plantas y animales que dependen de ellos, actualmente en declive.

2. Nuestra relación con la naturaleza está fallando

La degradación de ecosistemas está contribuyendo a nuestra relación fallida con la naturaleza: la idea aceptada de “condiciones ecológicas” disminuye continuamente, un fenómeno conocido como síndrome de línea base cambiante.  

Por lo que es importante restaurar nuestra conexión emocional con la naturaleza. Las personas que se sienten más conectadas con la naturaleza tienen más probabilidades de participar en acciones como conservación de vida silvestre, reciclaje y apoyo a organizaciones ambientales. Estos son esenciales para revertir las crisis ecológica y climática que enfrentamos. Es importante destacar que la conexión con la naturaleza puede aumentar con el tiempo a través del compromiso frecuente con la naturaleza.

Acciones simples como reconocer las cosas buenas que ves en la naturaleza todos los días, ya sea el coro del amanecer de un petirrojo o los colores vibrantes de flores silvestres, pueden lograrlo. Vea estos caminos para lograr una conexión más cercana con la naturaleza.

3. Se están perdiendo las culturas y conocimientos indígenas

La cultura indígena está íntimamente relacionada con la tierra. Por lo tanto, la erosión de los ecosistemas puede resultar en la erosión de la cultura, incluidos el conocimiento y el lenguaje. Este conocimiento suele estar hiper-localizado y ha evolucionado durante miles de años. Es vital para la salud de muchos ecosistemas y los medios de vida de las comunidades de todo el mundo.

Miembros del grupo étnico Kayapo de la Amazonia bloquean la ruta B3-163 en Brasil en protenta. Agosto 2020.
Imagen de  EFE/Ernesto Carrico

La restauración ecológica puede ayudar a mantener la rica diversidad de culturas humanas en nuestro planeta al apoyar relaciones entre los seres humanos y el medio ambiente que sean mutuamente ventajosas. La protección de los derechos y los medios de vida de los pueblos indígenas y el apoyo al liderazgo de la investigación indígena tiene un papel importante que desempeñar en este proceso. Esto incluye olvidarse de la idea de que el conocimiento ecológico tradicional es simplemente una fuente de datos que se puede extraer.

Idealmente, la restauración ecológica debería considerarse recíproca: una relación de beneficio mutuo. La reciprocidad es la base de las relaciones en muchas culturas indígenas y será fundamental para una restauración exitosa a largo plazo.

4. La salud humana depende de la salud del ecosistema

La restauración de ecosistemas está intrínsecamente vinculada a la restauración de la salud humana. La pandemia de COVID-19, que hasta ahora ha causado más de un millón de muertes en todo el mundo, es un triste recordatorio de cómo la degradación de ecosistemas puede contribuir a la aparición y propagación de nuevos patógenos. Para combatir estas nuevas condiciones globales y proteger las vidas de las generaciones futuras, necesitamos proteger y restaurar nuestros hábitats y biodiversidad.

Además, la pérdida de biodiversidad nos puede estar enfermando. La restauración de los micro-biomas ambientales (las diversas redes de microorganismos en un entorno determinado) mediante la re-vegetación puede tener un impacto importante en nuestro sistema inmunológico. Mi investigación explora la relación entre el medio ambiente, el microbioma y la salud humana. A través del diseño y restauración del paisaje, podemos ayudar a restaurar las relaciones microbianas y, como resultado, nuestra salud y bienestar.

Como Robin Wall Kimmerer, profesora de biología ambiental y forestal, articuló elocuentemente en su libro Braiding Sweetgrass: “Mientras trabajamos para sanar la tierra, la tierra nos sana”.

Hagamos de la próxima década el movimiento de transformación ecológica que nuestro planeta necesita con tanta desesperación.

The Conversation

Jake M. Robinson, Ecologista e investivador doctorado, Departmento of Paisajismo, Universidad de Sheffield

Este artículo es adaptado de The Conversation  bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.

Source: eanotas.jmarcano.com

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