Proyecto para controlar el sargazo tiene gran importancia estratégica

Proyecto para controlar el sargazo tiene gran importancia estratégica

por

Manuel Quiterio Cedeño

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En los últimos 20 años, por el desarrollo de nuevas
tendencias en las preferencias de los turistas y el afincamiento de nuevos
estilos de vida, se acepta cada vez más que los productos turísticos que tienen
como ingrediente principal el disfrute de sol y playa, como el nuestro, deben ser
enriquecidos con componentes de otra naturaleza para valorizar y aumentar la
competitividad del  producto turístico.

Por ejemplo, está el ingrediente cultural, la naturaleza, deportes,
aventura, gastronomía  y otros, que son opciones
valiosas que fortalecen el producto. Pero es muy importante entender que se
trata de diversificar la oferta, no sustituir el productivo binomio sol y
playa.

Las  playas son la
principal razón para visitar nuestro país según la encuesta anual (2019) que
realiza el Banco Central. El 38.2% de los turistas dijo que viene al país
atraído por la CALIDAD DE LAS PLAYAS, el 20.3% por la HOSPITALIDAD DE LOS
DOMINICNOS Y EL 13.2%  por el CLIMA. Sol &
Playa suman el 51% y con la hospitalidad se llega al 71.7%.

Esto no debe sorprender a nadie. La imagen del Caribe como
un lugar idílico de paisajes marinos únicos, clima cálido y gente amable y
pacífica comenzó a construirse hace casi 
4 siglos y es potente. La lista de ajustes que necesita nuestro producto
turístico es extensa, pero tenemos un espacio en el mercado internacional como parte
de ese placentero mundo caribeño con clima y playas
como ingrediente central. Por eso es una prioridad cuidarlas, ya que son un recurso
de gran valor estratégico económico.  

Los problemas que afectan las playas del Caribe, las
nuestras también, incluyen contaminación, muerte de los arrecifes coral,
exterminio de especies marinas, erosión y otros asuntos.  En la casi todos podemos trabajar y
mejorarlos, sin impedir que los turistas sigan disfrutándolas.

Pero a partir del 2018 amenaza al Caribe un poderoso enemigo
visible que si impide a los turistas, también aquí, disfrutar de las playas
durante una larga temporada. Es el sargazo, cuya creciente presencia en las
playas caribeñas es un grave problema. La amenaza es tal, que se han organizado
observatorios en diferentes islas; y la Universidad de la Florida asociada con
la NASA y otras organizaciones estatales y privadas de Estados Unidos, ha
creado el Sargassum Watch System (SaWS), para utilizar datos satelitales y
modelos numéricos para detectar y rastrear el comportamiento del Saragassum casi
en tiempo real.

Este creciente problema causó graves daños al turismo en el 2018
y 2019. El año pasado se ubicó una mancha de sargazo, moviéndose en el mar
Caribe, del tamaño de Jamaica, con más de 550 kilómetros cuadrados y cerca de
un millón de toneladas, 5 veces mayor que el sargazo detectado en la región en
el 2018.

Este año la crisis del COVID y el obligado cierre de
hoteles, hizo pasar desapercibida la presencia del sargazo, pero los expertos
de la Universidad de la Florida aseguran este seguirá siendo una amenaza
creciente en el Caribe.

Miguel Coronado Hunter, representante del BID, Paula Rainieri, presidente de ASONAHORES, y David Collado, ministro de Turismo.

Basado en estas consideraciones, valoro como una decisión de
gran importancia estratégica para la economía dominicana, la decisión del
Gobierno a través del Ministerio de Turismo de llegar a un acuerdo con
ASONAHORES para invertir, a partes iguales US$11.8 millones para crear una
barrera de protección a las playas amenazadas por el sargazo, tarea que será
encargada a una firma internacional con experiencia en el tema, escogida
mediante licitación. El proyecto lo dirigirá una comisión con participación
pública y privada. ¡Bien!

Source: resumenturismo.com

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