ABECEAGRARIO : ALMÁCIGA

 Hemos terminado la segunda ronda de nuestro Abeceagrario y de nuevo nos encontramos en la A. Quizás no es el mejor momento, pero no quiero dejar pasar una palabra que me encanta: almáciga o almácigo.

 

Semillero o almáciga de calabacín

Una almáciga es lo que ahora llamamos semillero. Y tal como lo define la RAE, es el lugar donde se siembran y crían los vegetales que luego han de trasplantarse. Y vamos a aprovechar esta entrada para contar varias cosas básicas que pueden resultar de interés a nuestros lectores huerteros.
 

¿Qué plantas se siembran en almáciga?
 

No todas las plantas cultivadas se siembran primero en semilleros. Aunque depende de varios factores, lo habitual es que se recurra a la siembra en semillero cuando la semilla es pequeña (lechuga, puerro, cebolla, tomates entre muchas otras) y la plantita tolera bien el trasplante. Lo contrario a sembrar en semillero es hacer siembra directa, como ocurre por ejemplo con zanahoria, maíz, judías, guisantes, calabazas y los calabacines.
 

¿Cuándo se recurre a la almáciga?
 

Cuando se tiene un huerto activo durante todo el año posiblemente siempre haya  plantitas creciendo en el semillero; al menos las lechugas, de las que se recomienda hacer siembra escalonada para que no se te acumulen en la nevera.
 

Semillero
de dos variedades de lechuga en un huerto escolar. A pesar de la
tremenda densidad, se ha colado alguna que otra mala hierba. Con la
experiencia se empieza a distinguir desde chiquititas lo que es mala
hierba de lo que no. 

Para estar bien surtidos de las plantas más típicas del huerto y me atrevería a decir las más valoradas- a saber tomates, pimientos, berenjenas, sandías, melones – y que les de tiempo a desarrollar sus frutos en verano, lo habitual es preparar el semillero a finales de invierno o principios de primavera, según sea el clima de la zona.
 

A la hora de sembrar hay que tener en cuenta que suelen existir variedades que se desarrollan mejor en determinadas estaciones. Por ejemplo, que las cebollas pueden ser de día corto o de día largo, o que si siembras variedades de espinacas y lechugas de otoño/invierno con la idea de cosechar en verano van a echar flor y amargar en cuanto te descuides.
 

Pero no te preocupes, si has comprado la semilla en paquete, en él encontrarás la fecha aconsejada de siembra. Si eres huertero aficionado suele ser recomendable, y en mi opinión más interesante, utilizar semilla autóctona ya que no es lo mismo sembrar según que tomates aquí o en Holanda. También conviene apuntar todos los datos que puedas cuando recoges tu propia semilla o te la regalan.
 

¿Qué tipo de almáciga utilizo?
 

Pues depende del tamaño de tu huerto, lo que quieras sembrar y de tu conciencia ecológica y/o afán reutilizador. Lo más importante de todo es que puedas garantizar que mantiene la humedad y una temperatura estable. 

Existen contenedores o bandejas diseñadas específicamente para ello: de plástico, y de corcho blanco o de fibras naturales, divididas en muchos compartimentos llamados celda o alvéolo donde cada planta tendrá su espacio propio. Las bandejas de uso profesional suelen tener muchas celdas (de 100 para arriba) y pueden resultar útiles cuando se tiene un huerto grande y el consiguiente espacio protegido para albergar los semilleros, o cuando vas a cultivar plantas que abultan poco como cebollas o puerros. Cada vez son más comunes las bandejas y macetitas de turba, que al ser orgánicas van directamente a la tierra. Aunque se supone que la planta sufre menos, hay que estar muy pendiente de que se mantenga la humedad, igual que con las bandejas plásticas. Hay también en el mercado bloques de turba o fibra de coco pre-formados, que tengo ganas de probar.

 

Semilleros profesionales de cebolla
Puedes conseguir infinidad de contenedores distintos reciclando. Si miras por Internet hay algunos muy cuquis y super ecológicos pero en mi experiencia algunos o tienen una utilidad muy limitada o requieren mucho trabajo para la vida útil que tienen: cáscaras de huevo vacías, hueveras, papel enrollado, el cartón del papel higiénico… Yo personalmente me quedo con los socorridos envases de yogur, los tetra brick y mis favoritas, las cajas de porexpan grandes de las pescaderías. 
 El mundo del reciclaje ofrece muchas posibilidades para hacer semilleros.  Fuente

Para las plantas que pueden alcanzar cierta envergadura me encanta utilizar las cajas de porexpan: puedes meter bastante sustrato y conservan bastante bien la humedad y la temperatura. 

 

Estas tomateras se han quedado temporalmente sin sitio en el
huerto. Inconvenientes de las cajas de porexpan: que al principio pueden
oler mucho a pescado, que no tiene compartimentos interiores y si son
demasiado profundas puede no llegar la luz bien a todas las plantitas.
 

¿Qué tierra pongo?
 

Ya va siendo hora de que te familiarices con otra palabra importante en agricultura, sustrato. Resumiendo mucho es un material sólido, distinto del suelo, que permite el desarrollo de las raíces de la planta, pudiendo contribuir o no a su nutrición.

 

Y es que, una de las reglas de oro para que germine el mayor número posible de semillas y obtener unas plantitas sanas, es utilizar un buen sustrato de siembra. Irte al parque o al campo a coger una bolsa de tierra o comprar una bolsa baratita de “sustrato para macetas” es casi sinónimo de fracaso total.
 

Lo ideal es comprar sustrato específico para semilleros o hacerlo uno mismo (aquí te dejo un vídeo). Debe tener una estructura fina y ligera que permita a la raíz desarrollarse sin problemas, que posea los nutrientes necesarios y que no se seque con facilidad.

 

¿Qué más tengo que tener en cuenta?
 

En primer lugar la edad de las semillas, si fueron recolectadas hace mucho tiempo (o si se han conservado en malas condiciones) es muy posible que no germinen.
 

Para lograr una buena almáciga es necesario garantizar una humedad constante pero no excesiva y temperaturas suaves. La mayoría de semillas germinan sin problemas si se mantienen a una temperatura constante comprendida entre 12 y 25ºC. Si donde vives la temperatura ambiente suele ser inferior siempre puedes utilizar los germinadores eléctricos calefactados.

Es importante colocar los semilleros en un lugar con buena iluminación, pero evitando una exposición fuerte y muy directa al sol, ya que puede acabar con las plantitas en unas pocas horas.
 

A la hora de enterrar la semilla, es importante respetar la profundidad de siembra. conviene enterrar las semillas a una profundidad entre 2 y 3 veces su tamaño. Si se colocan demasiado profundas gastarán todas sus energías en llegar a la superficie y si quedan poco enterradas, corremos el riesgo de que la semilla se seque y por tanto no germine.
 

¿Cuándo trasplantar?  

 

Depende de la especie, obviamente, pero lo normal es que tras unos 10 ó 15 días tras la siembra empieces a ver las primeras plántulas, aunque los pimientos y algunas aromáticas pueden más de 20 días en asomar.
 

Día a día, si atendemos bien nuestro semillero, las plantitas irán creciendo y evolucionando hasta que llegue el momento de estar listas para el trasplante. De nuevo, cada especie requiere su tiempo, pero como norma general hay que esperar a que la plantita desarrolle varias hojas verdaderas. Las primeras hojas que aparecen se llaman cotiledones, suelen ser muy distintas a las que normalmente tiene la planta, hasta el punto que no se consideran hojas verdaderas.
 

Esta plante de calabacín ya ha
desarrollado sus hojas verdaderas (realmente cuando crezca serán mucho
más grandes y pinchudas) aunque todavía conserva sus los cotiledones (las mismas hojitas de la foto del principio, pero algo más creciditas).

Menudo rollo, ¿realmente merece la pena hacer semillero?
 

Hoy en día es posible comprar plantitas ya crecidas de especies hortícolas en muchos lugares: mercadillos, centros de jardinería o incluso grandes superficies. Suelen venir bastante crecidas y por tanto son menos delicadas, pero pueden resultar caras si tienes un huerto grande.

Hacer tu propio semillero es un proceso algo delicado, supone más trabajo ya que hay que estar pendiente del desarrollo de las plantitas; pero también da cierta satisfacción personal cultivarlas desde el principio. Además, y siendo prácticos, sabrás con mayor certeza lo que te va a crecer en el huerto; ya sea porque compraste un paquete de semillas de calidad garantizada, porque pediste y rogaste al paisano que te diera semillas de ese tomate tan rico o porque te encargaste tu mismo de guardarlas el año anterior.

 

Otras almácigas distintas
 

Según la RAE, la almáciga, es un tipo de resina algo aromática que se extrae de una variedad de lentisco. El lentisco (Pistacia lentiscus) es una planta autóctona mediterránea, pariente del pistacho, que a veces también recibe el nombre de almáciga.
 

“Almáciga” también es un libro escrito por María Sánchez, concebido como un semillero de palabras y muy recomendable si te gustan las cosas del campo. En el recoge palabras del castellano y de otras lenguas que se hablan en nuestro país, para que sean descubiertas y compartidas por los lectores y así no se pierdan.

 

Otras entradas que te podrían interesar

 

RAF, EL TOMATE QUE NO ES DE VERANO

 

HUERTOS URBANOS PARA TIEMPOS COMPLICADOS 

ABECEAGRARIO : ALMÁCIGA

4

/

5

Oleh

conocer la agricultura

conocer la agricultura

Hora

11:04

Source: www.conocerlaagricultura.com

Comparta el conocimiento 💚

Leave a Reply

Your email address will not be published.