Cabalgatas a orilla del Jimenoa
Aventuras en four wheel
Un paseo por heladerías y bares en una calle colorida
En Jarabacoa siempre es primavera. No importa si el verano se fue y el otoño llegó disfrazado, en este pueblo de emociones en las estribaciones de la Cordillera Central en el Cibao de la República Dominicana, siempre es tiempo para las aventuras, el romance o el descanso.
Porque, sin lugar a dudas, a la hora de pensar en unas vacaciones, al hablar de turismo en las montañas, armar esa excursión con un grupo de amigos o decidirnos por esa escapada en pareja que tanto hemos soñado, esta ciudad del centro de República Dominicana cae obligada a nuestra lista de destinos.
Jarabacoa combina impresionantes riquezas naturales de bosques, ríos y montañas, una pequeña ciudad en medio de un valle in tramontano lleno de historias y mágicas leyendas, para ofrecer a sus visitantes mil opciones de aventuras o de descanso.
Vive Jarabacoa y la Ruta de los Saltos
Salto de Jimenoa número 2, el más conocido por los turistas por ser el de más fácil acceso en Jarabacoa.
Una de las mejores propuestas es La Ruta de los Saltos de Jarabacoa, una escapada hacia las montañas para conocer sorprendentes caídas de agua de los ríos Jimenoa y Baiguate y compartir con las comunidades y la gente que cuida de estos tesoros.
Al tomar la carretera Federico Basilis en la Autopista Duarte, entre La Vega y Santiago, comenzarás a trepar las lomas de Jarabacoa. Verás el Santuario de La Virgen de La Altagracia. Aquí los muy devotos se detienen, frecen una plegaria, encienden un velón a la protectora del pueblo dominicano.
Desde aquí se disfrutan las impresionantes imágenes que dibuja el río Camú serpenteando entre las montañas en su ruta hacia el Valle del Cibao.
Entre pinales nuestro recorrido continúa y llegamos Buena Vista, distrito municipal antesala de Jarabacoa desde donde se observa majestuoso el macizo El Mogote.
Al salir de Buena Vista hay que estar atento pues se acerca un desvío en la ruta: El Cruce de Piedra Blanca. Aquí tomamos la vía hacia la izquierda en busca del primer gran atractivo de esta Ruta de los Saltos.
Hidroeléctrica Jimenoa en Jarabacoa.
Una hidroeléctrica histórica
Lo primero es echar una mirada a la histórica hidroeléctrica de Jimenoa. Es la primera generadora de electricidad a base de la fuerza del agua que se construyó en el país en 1954.
Si hasta ahora hemos disfrutado de los paisajes de esta región montañosa, de su aire fresco, de su aroma a bosque, de su olor a limpio, a partir de aquí comienza la verdadera aventura.
Para llegar hasta el mismo Salto se ha construido un camino con puentes colgantes que hacen más divertida la travesía. Desde estos puentes que bordean las laderas, cruzan el Jimenoa el río y permiten esas intensas emociones que le hacen falta a nuestro cuerpo y a nuestra mente en medio de la naturaleza que Dios nos ha regalado.
40 pies de caída para la mayor emoción
Salto de Jimenoa No. 1, menos conocido por el alto grado de dificultad para acceder y descender hasta él desde la comunidad de El Salto en la carretera hacia Constanza.
Desde el último puente el ruido de una gran caída de agua de 40 pies nos levanta el ánimo. Estamos llegando. El agua flota como si fuera vapor de agua golpeando las caras.
Muchos llegan aquí y observan pasmados la majestuosidad de este capricho de la naturaleza. Fotos aquí, fotos allá, un respiro y descanso, un penetrarse en estos paisajes montañosos. Otros utilizan los accidentes del cauce del Jimenoa para realizar deportes extremos.
Jarabacoa tiene el clima y las montañas perfectas para la aventura
No importan las sequías, el Yaque del Norte por Jarabacoa siempre es caudaloso y sus bosques siempre parecen estar en primavera.
Las plantas florecen todo el año en Jarabacoa
Cabalgatas por las riberas
Preparandonos para el rafting
Para muchos, algo increíble. En el cielo el paraíso. En la tierra Jarabacoa escriben otros exaltados con estas tierras. Tratan de encontrar una explicación a tanta variedad y a tanta belleza en esta región montañosa. Solo hay que disfrutar de la bondad silenciosa de la frescura de su clima bajo la seguridad del bosque húmedo montano bajo de pinos criollos y árboles de hojas anchas que condensan el vapor de agua, protegen el suelo contra la erosión y son el refugio de las aves silvestres y la base de su alimentación.
En Jarabacoa, la temperatura promedio al año es de 22 grados centígrados. Este clima y su tierra fértil respaldan su título de la ciudad de la eterna primavera y el lugar ideal en el caribe para el turismo de aventuras.
Source: vivedominicana.com