Alimentación nutritiva y calidad de los suelos

Si nuestros suelos no están bien nutridos ni sanos, nuestra alimentación se verá directamente perjudicada, pues la calidad de los alimentos consumidos será muy deficiente.

Por Melissa Rubio Castillo*

Si nuestros suelos no están bien nutridos ni sanos, nuestra alimentación se verá directamente perjudicada, pues la calidad de los alimentos consumidos será muy deficiente.

Debido a su fragilidad, el suelo está considerado como un recurso natural no renovable y hay que protegerlo para que pueda mantener su capacidad de proveer servicios ecosistémicos y seguir realizando sus funciones.

De no ser adecuadamente cuidado en muy pocos años el suelo puede perder sus funciones a pesar de ser la base de los ecosistemas y el segundo mayor sumidero de carbono después de los océanos.

El Día Mundial del Suelo se celebra cada 5 de diciembre. La edición 2023 tiene como objetivo concientizar sobre la importancia y la relación entre el suelo y el manejo del agua para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.

Degradación de suelos vs. alimentos saludables

Los suelos sanos son ecosistemas llenos de organismos de distintos tamaños, algunos de estos microscópicos, compuestos también de aire, agua, minerales y materia orgánica.

Cuando se cosechan los cultivos, se eliminan los nutrientes del suelo. Por esto es necesario monitorear y gestionar adecuadamente para revitalizarlo y hacer que las plantas futuras sean óptimas en contenido nutricional. 

Cabe señalar que la pérdida de nutrientes del suelo es uno de los principales procesos de degradación que amenaza la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.

Este hecho es común en países de Latinoamérica ya que por falta de recursos, sobre todo del agua, son los que más sufren la degradación del suelo y la falta de acceso a alimentos saludables.

El vínculo inseparable: agua y suelo

La supervivencia de nuestro planeta depende del vínculo entre el suelo y el agua. Más del 95 por ciento de nuestros alimentos proviene de estos dos recursos fundamentales.

Estos dos recursos son esenciales para la producción de alimentos, conservar los ecosistemas y generar bienestar humano.

Un suelo sano actúa como un filtro natural, almacenando y purificando el agua a medida que esta se infiltra en él.

Cuando se aplican medidas sostenibles en el manejo del suelo, se obtiene una mejor disponibilidad de agua para la agricultura y una mejora de su productividad en los sistemas de riego.

¿Hay solución para suelos erosionados?

Si. Las prácticas sostenibles de gestión del suelo reducen la erosión, la contaminación y mejoran la infiltración y el almacenamiento del agua.

Entre esas prácticas se encuentran la labranza mínima, la rotación de cultivos, la adición de materia orgánica y los cultivos de cobertura, que mejoran la salud del suelo,

Esas prácticas también preservan la biodiversidad del suelo, mejoran la fertilidad y contribuyen a la retención de carbono, desempeñando un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.

Crisis climática, suelos alterados

Lamentablemente, el origen de la degradación del suelo es causada, en gran mayoría, por la actuación del ser humano sobre la tierra, pero también por procesos naturales.

La crisis climática es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad y equilibrio y función de los ecosistemas.

La pérdida de biodiversidad puede desencadenar y prolongar la degradación del suelo, que a su vez es uno de los principales contribuyentes en la inestabilidad del clima.

Para el 2050, se estima que la producción mundial de cultivos se habría reducido al menos en un 10 por ciento a nivel mundial. Este porcentaje alcanzaría hasta el 50 por ciento en algunas regiones vulnerables del mundo.

El suelo es un gran aliado y una de las piezas claves para mitigar y luchar contra el cambio climático. 

Un suelo bien manejado es capaz de secuestrar carbono, mientras que si se maneja mal emite más gases de efecto invernadero de los que debería.

¿Qué dice la COP28?

Durante la segunda jornada de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) que se realiza en Dubái, en 2023, se presentó un informe con los últimos datos relacionados con la sequía.

El documento presentado por la Convención de la ONU de Lucha contra la Desertificación (CNULD) advierte «una emergencia sin precedentes a escala planetaria”.

Sostiene “que los impactos masivos de las sequías inducidas por el ser humano apenas están empezando a manifestarse».

Para aumentar la resiliencia global a las sequías el informe destaca como aspectos críticos la restauración del suelo, la gestión sostenible de tierras y las prácticas agrícolas respetuosas con la naturaleza.

El texto sugiere adoptar cultivos resistentes a la sequía, métodos de riego eficientes y la labranza cero, un sistema de cultivos que preserva la estructura y la vida del suelo al reducir la manipulación mecánica.

La labranza cero –a diferencia de los métodos tradicionales de labranza que aran y voltean el suelo– consiste en dejar la cobertura vegetal y los residuos de cultivos anteriores en la superficie creando una capa protectora.

Con estas y otras prácticas de conservación del suelo, los agricultores pueden reducir el impacto de la sequía en sus cosechas y en sus ingresos, señala el documento.

Asimismo, la Agenda 2030 pone de manifiesto la necesidad de conservar los suelos del mundo. Indican que la pérdida de suelos sanos y vivos pone en peligro la existencia de la especie humana.

Causas principales de la degradación del suelo

Las mayores amenazas para el suelo son:

Erosión del suelo

La erosión es la pérdida de suelo por la acción del agua, viento o hielo. Es un proceso que puede ser acelerado por actividades humanas como la deforestación, la agricultura intensiva, la construcción de carreteras y la extracción de minerales.

Compactación del suelo

La compactación es la disminución de la porosidad del suelo debido a la compresión de las partículas que lo componen. Esto puede ser causado por el tráfico de vehículos pesados, el pastoreo excesivo y la maquinaria agrícola.

Salinización

La salinización es el proceso por el cual la acumulación de sales en el suelo reduce su fertilidad. Puede ser desencadenada por la irrigación con agua salada, la sobreexplotación de acuíferos, la falta de drenaje adecuado y la evaporación excesiva.

Acidificación del suelo

La acidificación es la disminución del pH del suelo debido a la acumulación de ácidos. Esto puede ser causado por la lluvia ácida, la fertilización excesiva con productos nitrogenados y la oxidación de minerales sulfurosos en el suelo.

Contaminación del suelo

La contaminación del suelo es la acumulación de sustancias tóxicas en las capas de la corteza terrestre. Esto puede ser causado por la liberación de productos químicos tóxicos en el suelo, la eliminación inadecuada de residuos, el uso excesivo de pesticidas y la contaminación del aire y el agua.

En la realidad peruana, la contaminación de suelos también es una actividad ocasionada por los propios agricultores al no utilizar los plaguicidas de manera correcta y, sobre todo, por dejar los residuos de los mismos, acumulados en la tierra de sus cultivos.

Para prevenir y revertir esta degradación es importante adoptar prácticas de manejo sostenible como la rotación de cultivos, la conservación del suelo y el uso de prácticas agrícolas más sustentables.

La relación de la agricultura y los fertilizantes

El uso de fertilizantes es un factor central para el incremento de la producción, en especial para el pequeño productor, ya que tiene los rendimientos más bajos de sus cultivos. Usarlos sin asesoramiento, pueden causar pérdidas económicas.

El uso indiscriminado de fertilizantes sintéticos saliniza el suelo, lo degrada y puede contaminar las aguas subterráneas.

La fertilización depende del cultivo y del grado de fertilidad del suelo. Lo ideal es que los agricultores lo acompañen con el uso de abono orgánico.

Prevenir la erosión del suelo y mantener su fertilidad es vital para aumentar la productividad agrícola y garantizar nuestra seguridad alimentaria actual y futura.

La importancia de la concientización

El Día Mundial del Suelo se celebra anualmente cada 5 de diciembre desde 2014, año en el que la ONU designó esta fecha a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En el 2023 el lema elegido por la FAO es “El Suelo y el Agua: fuente de vida”.

La concientización de los ciudadanos sobre el papel del suelo es fundamental, de ahí la importancia de hacer divulgación.

De esta manera, el conocimiento se traducirá en políticas territoriales y ambientales que tengan en cuenta más a este recurso invaluable para todos los seres humanos.


Foto: Karolina Grabowska / Pexels

Fuentes y referencias consultadas:


*Melissa Rubio es periodista con más de diez años de experiencia en Comunicación Corporativa. Asimismo, no pierde de vista sus intereses respecto a la salud de la población, la ecología y trata de mantenerme activa en ese aspecto, ya sea creando artículos o participando como voluntaria en eventos a favor de la conservación de la biodiversidad. Colabora con Servindi.

Fuente Servindi.org

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Source: humanidadymedio.wordpress.com

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