Sistemas bufalinos doble propósito en México

Aspectos sociales, mano de obra, tenencia de la tierra, manejo reproductivo y genético de los sistemas bufalinos doble propósito en México

Aldo Bertoni
Adolfo Álvarez Macías
Diego Armando Morales
José Luis Dávalos
Daniel Mota Rojas

*El artículo original fue publicado en la revista Journal of Buffalo Science, para mayores detalles consulte Bertoni et al. J. Buffalo Sci. (2022): 11, 8-18 https://doi.org/10.6000/1927-520X.2022.11.02

INTRODUCCIÓN

Los sistemas de producción latinoamericanos de búfalos suelen obtener de manera simultánea leche y carne, bajo el modelo conocido como doble propósito; particularmente es una especie conocida por su producción de leche, aunque al igual que la carne, se trata de productos que presentan características nutricionales que sobresalen respecto a los de los bovinos convencionales (Bertoni et al., 2020a; Mota-Rojas, 2019; Napolitano et al., 2020; Nasr, 2016; Sabia et al., 2018). En 2019, los búfalos aportaron 132’959,000 toneladas de leche, lo cual representa el 15% de la producción mundial, con una tasa de crecimiento media anual del 4% en los últimos cinco años (IDF, 2020). La India destaca entre los principales países productores de leche, ya que concentra el 80% de la población mundial de búfalos (Mota-Rojas, 2019).

Dicha especie se ha concentrado mayormente en Asia, sin embargo, en zonas tropicales del continente americano, especialmente en las regiones más húmedas y que han sido vulnerables a inundaciones (Crudeli et al., 2014; Cruz-Monterrosa et al., 2020), el búfalo se ha introducido paulatinamente gracias a sus características favorables que sobresalen de los vacunos en aspectos como: prolificidad, longevidad, resistencia a enfermedades, precocidad, adaptación y aprovechamiento de áreas donde las condiciones naturales permiten una oferta forrajera abundante, aunque de baja y media calidad (Bertoni et al., 2020a; Crudeli et al., 2014).

La región sur-sureste de México cuenta con bio-condiciones como alta temperatura y humedad (Granados-Rivera et al., 2019; Magaña-Monforte et al., 2006), típicas del trópico húmedo, con amplias superficies con potencial para pastoreo propicias para los búfalos, aunque en muchos casos se tienen que recuperar y adoptar un modelo de aprovechamiento racional (Ávila et al., 2018).

La cría de búfalos tiene gran relevancia económica en Asia y Europa y es creciente el interés en países Latinoamericanos que cuentan con grandes superficies tropicales húmedas, sin embargo, se han realizado pocos estudios que permitan evaluar cómo están configurados los sistemas de producción de búfalos de agua en cuanto a aspectos económicos, sociales, organizacionales, ecológicos, técnicos, tecnológicos, productivos y comerciales a partir de los cuales se puedan identificar aspectos susceptibles de mejorarse. Considerando todo lo anterior, el objetivo de este trabajo consistió en caracterizar los SPBDP en condiciones del trópico mexicano. En este estudio se muestra el componente, social, tenencia de la tierra, manejo de la alimentación, distribución de hato, genética y mano de obra utilizada.

METODOLOGÍA

Se desarrolló un análisis retrospectivo que refiere al año 2019 y consistió en caracterizar los sistemas de producción de búfalos de doble propósito (SPBDP) ubicados al sur-sureste de México, con la finalidad de conocer la configuración y funcionamiento de las unidades de producción. Para captar la complejidad de los SPBDP, se utilizó como referente conceptual la teoría general de sistemas que favorece la compresión integral de diversas dimensiones, interacciones y retroalimentaciones que conforman los sistemas agropecuarios, y que, por supuesto, son sistemas con objetivos particulares, susceptibles a entradas y salidas (Arroniz and Rivera, 2010). A continuación, la estrategia metodológica planteada en el presente estudio.

Se identificaron siete unidades de producción de búfalos dedicadas exclusivamente al doble propósito y bajo un muestreo no probabilístico, se seleccionó bajo un método de muestreo no probabilístico, a cuatro de las unidades de producción de búfalos (Abascal and Grande, 2005). Las cuatro unidades de producción seleccionadas se distribuyen de la siguiente manera: 1) Hidalgotitlán, al sur de Veracruz; 2) Pinotepa Nacional, Oaxaca y; 3) y 4) Villahermosa, Tabasco.

Con el objetivo de definir las variables potencialmente relevantes, se programaron reuniones periódicas con actores clave involucrados en la bubalinocultura, como: dueños y encargados de las unidades de producción de búfalo de doble propósito. De forma complementaria, se realizaron visitas a unidades de producción de búfalo de agua de doble propósito y, en tercer, lugar, se consultó bibliografía especializada (Arroniz and Rivera, 2010; García et al., 2014; Rangel et al., 2016).Se definieron 40 variables cualitativas y cuantitativas.

Para recopilar datos potencialmente importantes se diseñó un cuestionario semiestructurado con 83 preguntas. La recolección de datos en las unidades de producción se llevó a cabo de manera presencial a partir del cuestionario antes referido y por observación directa del autor del presente proyecto (Arroniz and Rivera, 2010; Granados-Rivera et al., 2019; Orantes-Zebadua et al., 2014).

Se presentaron los datos de cada unidad de producción de forma individual y las medidas de tendencia central (media) y de dispersión (desviación estándar) para describir en grupo a los SPBDP, así mismo se realizó una discusión de cada una de ellas con la finalidad de tener un panorama más amplio desde un punto de vista comparativo y argumentativo de cada variable. Para generar una discusión considerando los criterios antes mencionados, se utilizaron algunas referencias de bovinos convencionales ya que, al menos en América Latina, estos han sido la especie utilizada tradicionalmente en los sistemas de producción de doble propósito.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Aspectos sociales

Respecto a las variables sociales, destacó que los productores presentaron una edad promedio de 47 ± 17.45 años, siendo la UP3 la que presenta el ganadero con menor edad (29 años), debido a que el relevo generacional se llevó a cabo recientemente; en cambio, el productor con mayor edad, de la UP2, registró 68 años. En cuanto, a los años de escolaridad, se identificaron a dos propietarios de las unidades con 16 años y el resto de éstas es mayor, de 18 años; por lo que el promedio los cuatro productores fue de 17 ± 1.15 años de escolaridad (Cuadro 2). Por tanto, todos los productores tienen un nivel escolar de licenciatura, sobresaliendo que todos se formaron en carreras afines a la producción animal. Con base en este dato se detectó que este grupo se ubica en el 4.6% de los ganaderos que tienen nivel académico de licenciatura o más alto a escala nacional (ENA, 2019).

La experiencia que se registra en las unidades de producción de búfalos fue, en promedio de 9 ± 1.83 años, no obstante, disponen de experiencia adicional en otras actividades agrícolas y/o pecuarias previas a la inclusión de los búfalos de agua en las unidades de producción, 28.75 ± 10.81 años promedio en otras actividades concernientes, en especial sistemas doble propósito que funcionaban con bovinos del género Bos. Esto puede representar una ventaja considerable, a pesar de que eso haya implicado que a los búfalos se les maneje de manera similar a los bovinos y ello no siempre ha derivado en resultados positivos.

Respecto a capacitación, tres de los cuatro productores la recibe al menos una vez por año, teniendo como valor promedio en frecuencia de capacitaciones por año de 1.5 ± 1.73. De manera general, las capacitaciones tomadas se han enfocado en abordar temas inherentes a los sistemas de producción bufalino, especialmente en técnicas de reproducción asistida y sistemas de pastoreo regenerativo.

En cuanto a registros, el total de las unidades de producción llevan registros productivos en tarjetas y cuadernos, y datos contables en sistemas electrónicos, cabe señalar que la UP1 y UP3 se encontraban migrando los datos productivos hacia paquetes computacionales especializados en la recopilación y análisis de datos zootécnicos, lo cual favorece en la toma de decisiones orientadas al desarrollo y mejora de la unidades de producción (Orantes-Zebadua et al., 2014). De hecho, los productores que calculan diferentes indicadores productivos tienen alta capacidad de gestión e implementación de planes de mejora a corto, mediano y largo plazo (Cortés et al., 2012), tal es el caso de los planes de mejoramiento genético y los criterios de selección considerados en función de datos registrados.

El grado de escolaridad alto, la capacitación frecuente, el seguimiento de registros productivos y contables y la experiencia representa un capital humano elevado y, por ende, amplia capacidad para adoptar tecnologías y modelos de gestión eficientes de las unidades de producción (Cuevas et al., 2013; González et al., 2013; Granados-Rivera et al., 2019). Ello, en especial, podría explicar la adopción de una especie emergente como los búfalos de agua, así como de cierta tecnología que potencia sus capacidades. También se hace notar que en al menos una de las unidades de producción registró un relevo generacional que ha favorecido la continuidad de la actividades y ha facilitado los procesos de mejora continua de la actividad bufalina (Valdovinos-Terán et al., 2015).

Mano de obra

Respecto a mano de obra, el 50% de las unidades de producción utiliza mano de obra permanente solamente, y el resto ocupa mano de obra temporal y permanente. En promedio se utilizan 4,065.5 ± 3,185.03 jornales al año, sobresaliendo la UP1 como la que utiliza mayor número de jornales, 11.17 jornales/ UA, lo cual podría estar asociado al método de ordeño (mixto y manual), al manejo sanitario más frecuente en comparación con las otras unidades de producción y a la mejora continua de áreas de pastoreo. Respecto a la UP2 requiere menos de la mitad, es decir, 4.2 jornales/ UA, siendo éste el valor más bajo. El promedio es de 7.69 ± 2.84 jornales / UA. El costo promedio de la mano de obra es de $ 220.00 ± $ 24.49 pesos, presentando el valor más alto la UP4 y el valor más bajo la UP2 y UP3 (Cuadro 3).

Principalmente la mano de obra permanente es utilizada para labores rutinarias de atención a los animales; mientras que las temporales se enfocan a labores de rehabilitación de los potreros dependiendo del desarrollo de los pastizales y de los trabajos de mantenimiento y rotación de ganado que se haya programado.

Un aspecto nodal, es que los dueños de las unidades de producción están continuamente supervisando y laborando en actividades concernientes al funcionamiento de las unidades productivas, por lo que es necesario considerar un valor salarial al realizar una evaluación económica de las mismas.

En sistemas de producción DP, es común que los productores trabajen en diferentes actividades para obtener ingresos económicos complementarios (Arroniz and Rivera, 2010; Juárez-Barrientos et al., 2015). Se ha verificado que el tiempo que el productor permanece con el hato tiene una estrecha relación con el nivel de productividad, eficiencia y rentabilidad (Cortés Mora et al., 2012). En el presente estudio se detectó que los dueños presentan alta dedicación al SPBDP, lo que puede ser un factor para que las empresas sean rentables, con alto control y gran capacidad de gestión de las UP.

Tenencia de la tierra y superficie disponible

La tenencia de la tierra es de tipo privado en el total de las unidades y cuentan con una superficie de 600, 590, 450 y 75 hectáreas para las UP1, UP4, UP3 y UP2, respectivamente, con un promedio de hectáreas de 428.75 ± 245 hectáreas. Cabe mencionar que los valores encontrados en el presente estudio difieren con los reportados en estudios de caracterización de sistemas de producción de doble propósitos de bovinos ubicadas en zonas tropicales mexicanas realizados por Orantes et al. (2014), Juárez-Barrientos (2015) y Granados-Rivera et al. (2019), quienes reportan valores promedio de 26.7 ± 29.52 ha, 40.2 ± 37.9 ha, y éste último mencionado muestra valores tipificados en tres grupos 19 ± 3.49, 32 ± 11.17 y 128 ± 79.59. De hecho, al igual que los estudios mencionados anteriormente, los sistemas de producción de búfalos en Turquía presentan superficies promedio menores (Işik and Gül, 2016). Por lo anterior, los SPBDP en la actualidad conforman un estrato muy específico dentro del marco de las unidades de producción de doble propósito del trópico húmedo mexicano. La mayor escala de producción que deriva de la superficie de las unidades productivas refleja un nivel socioeconómico alto de los productores lo que, sin duda, eleva las posibilidades de que resulten viables técnica y financieramente (González et al., 2013).

En tres de las unidades de producción la superficie agrícola predominante es plana y plana inundable, especialmente la UP1 con más del 60% de su área total. En promedio las unidades cuentan con 166.25 ± 180.71 hectáreas que corresponden al 25% del total de la superficie, solo la UP2 disponen de lomerío (Cuadro 4). Las unidades de producción cuentan con amplia superficie y, por ende, con riqueza de recursos naturales y de biodiversidad que incluye diversos estratos de vegetación de manera combinada, árboles, arbustos y herbáceas en diferentes proporciones lo cual representaría una potencialidad para el búfalo, pues, le permite expresar sus mecanismos de termorregulación en los humedales y protegerse de la radiación bajo los árboles (Galloso-Hernández et al., 2020; Marai and Haeeb, 2010; Mota-Rojas et al., 2021, 2020). Además, la vegetación coadyuva en conservar las características favorables de suelo, es decir, la inclusión de biodiversidad vegetal es benéfica tanto para el búfalo como para el ecosistema en cuestión (López-Vigoa et al., 2017).

Distribución de hato

El número de cabezas muestra una media de 611 ± 50 cabezas, el número de cabezas de la UP2 fue de 124 y de la UP1 980, que corresponden a las que registraron el menor y el mayor número, respectivamente. La mayor parte del hato consiste en hembras, con un promedio por UP de 272 ± 163.78 búfalas, que corresponde al 44.9% del total de cabezas, bubillas 29 ± 8.30 con el 4.8%, novillas 33 ± 39.48 con 5.4% y bucerras 120 ± 76.16 concerniente al 19.8% del total de cabezas. Las hembras son parte fundamental de las unidades de producción, son las responsables de multiplicar el hato para poder obtener animales de reemplazos destinados para la venta o para la producción láctea, lo cual podría explicar que las hembras de reemplazo y las búfalas en producción en conjunto representan el 74.9% del total de cabezas registradas en los hatos bajo estudio (Cuadro 5).

 

Referente a los machos, los sementales de las UP representaron en promedio 13.80 ± 11.50, novillos 25 ± 43.59 y bucerros 113.5 ± 68.18 cabezas que corresponden a 2.3%, 4.1% y 18.7% del total de cabezas respectivamente (Cuadro 5). Por lo general los bucerros son vendidos al año; no obstante, en la UP3 y UP4 se identificaron también novillos, ya que la disponibilidad forrajera permitió mantenerlos un año más para poder ganar más peso y ser vendidos posteriormente a mayor precio. Lo anterior revela la flexibilidad de dichos sistemas de producción, que pueden priorizan la carne o la leche en función de la disponibilidad forrajera como el comportamiento relativo de los precios de mercado (Bertoni et al., 2019; Vilaboa-Arroniz et al., 2008).

En síntesis, se trata de sistemas orientados a la producción de doble propósito con fuerte inclinación a la producción láctea, pero sin dejar a un lado la producción de animales en pie, lo que se refleja en la alta composición de hembras y baja presencia de los machos adultos.

FIGURA 2. Sistema de pastoreo rotacional. A. Bucerros en un sistema de pastoreo rotacional con cercas eléctricas. B. Sistema de pastoreo rotacional con recursos herbáceos y arbóreos.

Manejo de la alimentación

La alimentación principal se basa en pastos nativos, se utilizan sistemas de pastoreo rotacional lo cual permite limitar o nulificar el uso de fertilizantes químicos al promover la utilización de fertilización orgánica a partir de la reintegración de excretas de los animales como se explica en el capítulo 3. Las principales especies forrajeras utilizadas son pastos nativos como el Camalote (Paspalum fasciculatum), Azuche (Hymenachne amplexicaulis), Alemán (Echinochloa polystachya), los cuales, son poco palatables para bovinos del género Bos, pero los búfalos los aprovechan de manera eficiente, gracias a las características anatómicas y fisiológicas de su sistema digestivo (Bertoni et al., 2021; Galloso-Hernández et al., 2020; Prusty et al., 2017). En el total de las unidades de producción, la alimentación se realiza a base de pastos y complementación mineral, asimismo, en la UP2 y UP3 complementan con ensilado y alimento balanceado, aunque en búfalos de agua es posible que la adición de alimento balanceado no necesariamente asegure mejores indicadores productivos. La UP3 proporciona 1 kg de alimento balanceado a las búfalas en ordeño y 0.5 kg a los bucerros de hasta 7 meses ya que restringen de manera importante el porcentaje de leche destinados para los mismos, y la UP2 complementa a las búfalas en ordeño con ensilado de maíz, en la época de ausencia de lluvias influenciado por las condiciones climáticas propias de la UP (Cuadro 6).

Cabe mencionar que la complementación en estos sistemas es relativamente baja, especialmente en las unidades ubicadas en zonas tropicales con menores oscilaciones de humedad y temperatura, lo anterior es inconsistente con lo reportado en el estudio realizado en sistemas de producción de bovinos de doble propósito por Cuevas-Reyes (2018) que muestra alta dependencia de alimento balanceado para animales destinados a la venta en pie, especialmente en unidades de producción de gran escala. Tanto el bovino y el búfalo son considerados grandes rumiantes, sin embargo, el segundo presenta mejores valores de conversión de alimento, lo cual podría explicar la baja suplementación que requiere en comparación con bovinos sometidos a condiciones de desarrollo similares (Bertoni et al., 2020b).

Las cargas animales calculadas por el autor fueron en promedio de 1.01 ± 0.26 UA/ha, no obstante, la UP3 presentó el valor más alto de cargas animales altas, con un promedio anual de hasta 3 UA/ha que podría estar influenciado por la complementación de alimento balanceado y/o mejor manejo de los pastos (pastoreo rotacional, periodos de consumo y recuperación adecuados) (Cuadro 5). Los valores promedio del total unidades de 2.03 ± 0.69 UA/ha, lo cual es un valor menor si se compara con 2.20 ± 1.87 UA/ha reportado por Juárez-Barrientos et al. (2015).

 

 

Un aspecto importante que se debe considerar, son los requerimientos nutricionales del búfalo de agua, ya que Paul (2011) argumenta que en comparación con el bovino, consume menor porcentaje de materia seca respecto a su peso vivo ya que es más eficiente en la conversión de forrajes, incluso los que tienen alto contenido de carbohidratos estructurales. Por lo que, si se sigue esta postura de Paul (2011), las áreas de pastoreo tendrían que ser ajustadas en función de las características propias de la especie. De hecho, un estudió de Iglesias et al. (2019), comparó búfalos y bovinos de edades y pesos similares en sistemas silvopastoriles, en donde se muestra que los búfalos obtuvieron ganancias de peso diario y peso final significativamente mayor (p< 0.05), sin embargo, al comparar tiempo de ingestión de alimento diario, el búfalo consumió alimento menos tiempo que el bovino (p< 0.05), lo que podría sugerir que el búfalo consume menos alimento aunque sería importante tener una medición más confiable de la cantidad de materia seca consumida por día. Con respecto a esto, el búfalo de agua tiene la capacidad de aprovechar eficientemente áreas donde el bovino se desarrollaría con dificultad, aunque queda claro que la correcta gestión podría potenciar las características del búfalo de agua.

De este modo, se podría sugerir que se tiene un nivel alto en la gestión de las zonas de pastoreo y, más ampliamente, de la alimentación de los búfalos, por lo que podría soportar altas cargas animales, principalmente en algunas temporadas del año, aunque es factible que también así se mejoren los promedios anuales. La gestión y uso eficiente de los recursos naturales podría incluso reducir los costos de producción por unidad de producto si se trata de sistemas basados en el uso de cubierta vegetal aunque este beneficio se podría notar en mayor medida si se compara con sistemas estabulados (Granados-Rivera et al., 2019; Magaña-Monforte et al., 2006).

Como se describe anteriormente, un aspecto fundamental en los SPBDP es la gestión eficiente de los recursos naturales, no obstante, un factor determinante que complementa la expresión de ciertas características cualitativas y cuantitativas deseables es la genética utilizada en la unidad de producción, por lo que el siguiente pasaje aborda el tipo de razas que han sido utilizadas, así como los criterios de selección considerados por los productores.

Genética

La principal raza utilizada en los sistemas de producción de búfalos fue la Buffalypso (58% ± 21%), seguida de la raza Mediterránea Italiana (24% ± 5%) y Murrah (10% ± 14%) (Figura 1). La raza predominante está considerada, en sentido estricto, como un mestizaje. Aunque el total de las razas son consideradas de doble propósito, la raza Murrah y Mediterránea presentan características sobresalientes para la producción de leche, de hecho, la segunda se ha incluido frecuentemente en programas de mejoramiento genético y presenta características muy específicas para la industria láctea (rasgos de tipo, volumen de leche, grasa, proteína, así como características cualitativas de composición proteica) en función de indicadores objetivos que resultaron de pruebas de progenie y de pedigrí. No obstante, la ausencia de normativa dificultaba la importación de germoplasma, por lo que su utilización de manera simultánea con técnicas de reproducción asistida se comenzó a implementar en 2017, cuando la normativa se modificó y se abrieron las fronteras sanitarias a países como Italia, el cual registra avances notables en la selección de animales que pueden trasmitir características deseables (28).

Para el caso de la selección genética de las madres, los criterios más utilizados para el total de los SPBDP estudiadas fueron nivel de producción láctea y docilidad, es decir, se consideran rasgos cualitativos y cuantitativos para producción de leche y características de comportamiento. Al respecto, se deben de tomar en cuenta rasgos de tipo asociados con alta productividad como la estructura corporal adecuada que permita ingerir y trasformar el alimento, al mismo tiempo, el gran desarrollo del sistema mamario es capaz de sintetizar grandes cantidades de leche; no obstante, también se incluyen rasgos como colocación y tamaño de los pezones que evitan problemas en los procesos de ordeño, especialmente en los mecanizados. Asimismo, las características de patas y pezuñas se relacionan con la permanencia de los animales en la unidad de producción (ANASB, 2021), un aspecto de gran relevancia en unidades de pastoreo donde los búfalos tienen que desplazarse a los potreros para ingerir alimento. En síntesis, los rasgos de selección que están considerando los SPBDP son importantes, sin embargo, sería relevante considerar otros rasgos como los morfológicos asociados a largos periodos de permanencia en la unidad de producción, alta productividad y prolificidad.

En ese sentido, los ganaderos están considerando criterios de selección trascendentales, pero con capacidad de mejora, tanto para la selección de las madres dentro de la finca como para los padres. Estos últimos son seleccionados a partir de catálogos de sementales que muestran el valor genético que pueden transmitir a su descendencia y la utilización de este material genético se realiza a través de inseminación artificial a celo detectado IACD y más frecuentemente a tiempo fijo IATF. Por último, se muestra que la raza que mayormente se tiene en los SPBDP es la Buffalypso, sin embargo, han ido introduciendo razas con gran temperamento lechero como la Mediterránea Italiana y Murrah a partir de la utilización de tecnologías de reproducción asistida como se describe en el siguiente apartado.

FIGURA 3. Principales razas utilizadas.

CONCLUSIÓN

Los SPBDP estudiados se han distinguido por contar con entes controladores con alto nivel académico y experiencia en sistemas pecuarios, con capacidad para implementar nuevas tecnologías que permitan mejorar de manera continua. A pesar de ello, la experiencia en la producción bufalina todavía es limitada y, por ello, existen márgenes de mejora importantes.
También resulta claro que los SPBDP figuran como un estrato muy específico dentro de la ganadería mexicana, con altos niveles de gestión que se apegan a principios de modelos sustentables que promueven la regeneración y aprovechamiento de diferentes estratos vegetales, incluso de zonas anegadas que suelen ser poco aprovechadas por los vacunos o para otros usos agrícolas.

Bibiografía

Para mayores detalles sobre temas de búfalos de agua consulta la 3ra. Edición GRATIS en español del libro: Fabio Napolitano; Daniel Mota-Rojas, Isabel Guerrero-Legarreta, y Agustín Orihuela. The Latin American River Buffalo, Recent Findings. 3rd ed.; BM Editores: Republica Dominicana City, 2020; 1- 1545. https://www.lifescienceglobal.com/journals/journal-of-buffalo-science/97-abstract/jbs/4550-el-bufalo-de-agua-en-latinoamerica-hallazgos-recientes

Artículo publicado en Entorno Ganadero Abril- Mayo 2022

Source: bmeditores.mx

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