Rescatar aerolíneas y ayudar al motor, planes no tan ‘verdes’

El actual es un momento histórico en el que, por primera vez, la protección del medio ambiente está en el centro del debate sobre la recuperación de la economía por la crisis del coronavirus. Pero ¿es realmente así? “El paquete de recuperación del Unión Europea es el más verde de todos los que hemos analizado hasta el momento”, explica Mateo Salazar, economista de Vivid Economics, consultora que está haciendo un seguimiento de los estímulos económicos anunciados por los gobiernos de las 17 economías más grandes del mundo.

En Europa, “Francia, Reino Unido y Alemania han anunciado recuperaciones predominantemente verdes”, pero, en “algunos países como España, el componente no verde es mayor”, advierte el economista.

Plan de recuperación europeo

El 30% de todo el gasto debe ir a medidas para hacer frente al cambio climático

“El rescate sin condiciones ambientales a Iberia o Vueling es un excelente ejemplo de una acción que sale del concepto verde”, indica el experto. “No estoy diciendo que el Gobierno deba permitir la quiebra de estas dos aerolíneas. Mi punto es que el ejecutivo debería exigir un buen comportamiento ambiental como parte de las con­diciones para el rescate”, puntua­liza. “En Francia, se ha ayudado a Air France, pero con condiciones, como son la prohibición de com­petir con el tren en trayectos cortos o la obligatoriedad de una utilización mínima de biocombustibles”, explica Mateo Salazar.

Lo mismo sucede con el sector de la automoción, denuncia Cecilia Carballo, directora de programas de Greenpeace España. “Se están llevando a cabo negociaciones sin condicionalidad con los fabricantes de automóviles y se están reimpulsando las ayudas a la compra de vehículos”, denuncia la portavoz de Greenpeace. La entidad ecologista exige que las industrias contaminantes no tengan acceso ni a inyecciones directas de dinero ni a medidas indirectas como rebajas fiscales.

Atasco en una carretera española la pasada semana

Atasco en una carretera española la pasada semana
(María José López / EP)

Greenpeace, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF han pedido al gobierno español que “el proceso de reconstrucción sirva para dar un impulso real a la necesaria transición ecológica”. Algo que no solo “tiene sentido a nivel ambiental y social, sino también empresarial”, asegura Salazar. “Está demostrado que las empresas que no incorporen medidas ambientales y de sostenibilidad tendrán en promedio un rendimiento menor en el futuro y dejarán de ser competitivas”, señala el economista de Vivid Economics.

Los veintisiete países de la Unión Europea han acordado la puesta en marcha de un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros (390.000 millones en forma de ayudas directas a fondo perdido y 360.000 millones como préstamos a un muy bajo interés) y un presupuesto de 1,074 billones de euros para el periodo 2021-2027. Del fondo, a España le corresponderán 140.000 millones (72.700 millones en transferencias y 68.000 millones en préstamos).

Mark Rutte, primer ministro holandés, Pedro Sánchez, presidente español, y Ursula Von der Leyen, presidenta de la CE, en Bruselas el pasado julio

Mark Rutte, primer ministro holandés, Pedro Sánchez, presidente español, y Ursula Von der Leyen, presidenta de la CE, en Bruselas el pasado julio
(John Thys / AP)

El acuerdo sobre el plan de recuperación europeo dice que el 30% de todo el gasto debe ir a medidas destinadas a hacer frente al cambio climático. Sin embargo, Greenpeace lamenta que no se ha estipulado una lista de exclusión para asegurar que las industrias contaminantes no reciban fondos.

En España, el Gobierno acaba de aprobar que las empresas rescatadas o subvencionadas deben cumplir con el acuerdo climático de París, comprometerse con la protección de la biodiversidad, cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres y no operar o tener filiales en paraísos fiscales. “Aunque no concreta, reconozco que es un paso en el establecimiento de la condicionalidad”, señala Carballo.

Irlanda choca con el clima

El Tribunal Supremo de Irlanda acaba de dictaminar que el plan climático del país, aprobado en el 2017, es una violación de los derechos constitucionales y humanos de los ciudadanos. El Gobierno ahora debe crear un nuevo plan más ambicioso que cumpla con las obligaciones nacionales en materia de clima y con el acuerdo de París.

Source: https://www.lavanguardia.com/economia/20200805/482676809165/crisis-coronavirus-aerolineas-coches-ayudas-medio-ambiente.html

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