Pared celular de levaduras en la alimentación de aves

La clave entre calidad Intestinal y rendimiento

Liliana Borges
Melina Bonato.
ICC Brazil

Los animales de producción, específicamente las aves que tienen la característica de rápido crecimiento, están constantemente expuestos a bacterias patógenas y se vuelven más susceptibles si factores como el manejo, el bienestar, la salud y la nutrición son inadecuados.

Para que los animales expresen su potencial productivo, es esencial que la salud intestinal esté bien equilibrada, con todas sus características estructurales, fisiológicas y microbiológicas en perfecta armonía, facilitando así la digestión y absorción de los nutrientes presentes en la alimentación. Todos los mecanismos implicados en la absorción de nutrientes dependen de las células epiteliales que recubren la mucosa intestinal de las aves; por lo tanto, cualquier cambio en su integridad hace que el transporte de nutrientes sea impracticable, lo que resulta en caídas en el desarrollo/crecimiento del ave.

Se considera el intestino el segundo cerebro del organismo animal, que está directamente conectado a la digestión/absorción de nutrientes y al sistema inmune. El intestino tiene la mayor superficie expuesta del cuerpo y, por lo tanto, está constantemente sujeto a una gran variedad de sustancias potencialmente dañosas. Permite selectivamente que los nutrientes crucen la pared intestinal, evitando que otros componentes dietéticos o exógenos pasen a través de la pared intestinal, actuando así como una barrera selectiva entre los tejidos del ave y su ambiente luminal.

La mucosa intestinal tiene una actividad de crecimiento continuo, con un alto gasto de energía. El mantenimiento de un epitelio intestinal intacto tiene un costo del 20% de toda la energía (total) consumida por el animal. Por lo tanto, como mayor sea la necesidad de reparar esta membrana mucosa, menos energía (energía líquida) producirán las aves. Por lo tanto, en condiciones de reparación, el cuerpo necesita un gasto de energía 2 veces mayor de lo normal, una parte utilizada para tratar de equilibrar el medio y otra parte utilizada para la recuperación del tejido lesionado.

El mantenimiento o el fortalecimiento de la salud intestinal es mucho más complejo e implica la integridad macro y micro estructural del intestino, el equilibrio de la microbiota y el estado del sistema inmune.

La presencia de factores estresantes, como la presencia excesiva de microorganismos patógenos y sus toxinas, desequilibra la microbiota, interfiere directamente con el sistema inmunitario, provoca diarrea, trastornos hepáticos, enteritis, disminución de la digestión y absorción de nutrientes. Sin embargo, cuando los factores de producción están bien alineados, los beneficios de una microbiota equilibrada y saludable contribuyen para un estímulo al sistema inmune, la síntesis adecuada de vitaminas, la inhibición del crecimiento de bacterias patógenas y una mejor digestión y absorción de nutrientes.

Ahora se sabe que la inmunidad está vinculada a los índices de rendimiento, y el concepto de inmunonutrición se ha relacionado con el uso de nutrientes en la dieta, que son capaces de aumentar la resistencia del organismo a enfermedades e infecciones, siendo considerados nutrientes inmunomoduladores. El sistema inmune innato de las aves está compuesto principalmente de células presentes en el intestino, ya que aproximadamente una cuarta parte de la mucosa intestinal está compuesta de tejido linfoide y más del 70% de éstas son células del sistema inmune. La estimulación del sistema inmune innato por un patógeno resulta en la liberación de citocinas que coordinan la inflamación y la inmunidad adaptativa. Sin embargo, estas citoquinas no actúan exclusivamente sobre el sistema inmune, sino que también actúan de forma endocrina para modular toda la homeostasis metabólica animal. Es decir, hay una mayor demanda de energía y otros nutrientes, lo que puede reflejar pérdidas productivas.

Existen en el mercado aditivos que actúan sobre el sistema inmune y pueden modular su respuesta, lo que influye en el rendimiento de los animales. Estos aditivos para piensos son un componente importante de un programa de intervención para la salud animal y la calidad e inocuidad de los alimentos. Entre las alternativas, la pared celular de levadura que además de ser un ingrediente natural compuesto por manano oligosacáridos (MOS) y β-glucanos es una solución exitosa para mejorar la salud intestinal y la seguridad alimentaria en dosis bajas, lo que resulta en excelentes resultados.

Cuando las β-glucanas entran en contacto con las células fagocíticas, que reconocen las conexiones β-1,3 y 1,6, éstas son estimuladas a producir algunas citoquinas, que iniciarán una reacción en cadena induciendo a una inmunomodulación y mejorando la capacidad de respuesta del sistema inmune innato. Los MOS son conocidos por su capacidad de aglutinación de patógenos que poseen fimbria tipo 1, tales como diversas cepas de Salmonella y Escherichia coli, previniendo la colonización del epitelio intestinal siendo excretadas junto con la parte indigensible de la fibra y otros materiales de la digesta.

La suplementación de pared celular de levadura con alta concentración de MOS y β-glucanas, puede asociar la disminución de la contaminación de algunos patógenos y modulación del sistema inmune. Este tipo de respuesta es especialmente importante en animales en fases iniciales de desarrollo, reproductivas, períodos de estrés, y desafíos ambientales, actuando como un profiláctico y aumentando la resistencia animal, minimizando mayores pérdidas (como caída en el desempeño o altas tasas de mortalidad).

Se realizaron muchas pruebas que enseñaron la efectividad del uso de la pared celular de levadura en la producción avícola, lo que consecuentemente influye en la calidad del producto final.

En un estudio realizado con hembras de pavo blanco grande con desafío bacteriano a los 7 días de edad (Salmonella Heidelberg 1×105 UFC y Campylobacter jejuni 1×105 UFC), hubo mayor producción de moco por las células caliciformes intestinales (Figura 1) y mejores características microscópicas intestinales (profundidad de la cripta, espesor de la mucosa, área superficial, altura de las vellosidades) para los animales alimentados con la pared celular de levadura (Figura 1, Tabla 1).
La suplementación de la pared celular de levadura asegura que las aves mantengan el equilibrio de la microbiota intestinal y adquieran un sistema inmunitario fortalecido, convirtiéndose en aves más resistentes a bacterias dañinas, como podemos observar en la prueba realizada con gallinas comerciales que evaluaron la efectividad de la pared celular de levadura en la colonización intestinal y ovárica de Salmonella Enteritidis (Tabla).

La reducción de la colonización del ciego es un factor crítico con respecto a la seguridad alimentaria, ya que en consecuencia reducirá la contaminación fecal en la superficie de los huevos. Después de la puesta de huevos, se inicia el enfriamiento y las bacterias en la superficie penetran en el huevo a través de los poros de la cáscara, es decir, a menor contaminación de la superficie con Salmonella Enteritidis, y menor contaminación dentro del huevo.

En la distribución de los valores de MPN observados, está claro que la mayoría de las cecas de gallinas alimentadas con pared celular de levadura se agruparon cerca de o a 100 UFC/g, de forma diferente del grupo de control.

Todos los beneficios obtenidos a través de una microbiota balanceada se reflejan en un mejor rendimiento y productividad, ya que las aves dejan de gastar energía con el mantenimiento del sistema inmune y la usan para la producción. Una prueba con gallinas ponedoras evalúa la suplementación de pared celular de levadura y sus efectos en los ciclos de producción. De acuerdo con las tablas 5 y 6, sucesivamente, se verifican mejores parámetros productivos y la calidad de los huevos de las gallinas ponedoras.

Los resultados de los ensayos presentados mostraron los beneficios de la suplementación de pared celular de levadura en las características intestinales, rendimiento de pollos de engorde, prevalencia de Salmonella Enteritidis en ovarios y ciegos después de exposición al desafío de Salmonella, parámetros productivos de gallinas ponedoras y calidad de huevos de gallinas ponedoras. Todos estos beneficios se atribuyen a la composición de la pared celular de la levadura debido a su alta concentración de MOS y β-glucanos.

MOS es conocido por su capacidad para aglutinar patógenos, previniendo la colonización en el intestino, ya que proporciona un sitio de unión para bacterias dañinas que tienen fimbrias tipo 1 presentes en el tracto intestinal. De esta manera, las bacterias dañinas se excretan junto con la parte no digerible de la fibra y otros materiales de digesta. Los β-glucanos actúan modulando la respuesta inmune de los animales ya que son estimulantes naturales del sistema inmune innato. Cuando las células fagocíticas entran en contacto con β-glucanos, estas células se estimulan y producen citoquinas. La producción de citoquinas provocará una «reacción en cadena», que inducirá un estado inmune más alto de los animales y los convertirá en aptos para combatir las infecciones oportunistas. Una de estas respuestas es la gran cantidad de células caliciformes responsables de la producción de moco. Con una mayor producción y liberación de moco en la luz intestinal, hay una mayor protección de las células intestinales y vellosidades. Es importante tener en cuenta que para lograr una funcionalidad completa, las paredes celulares de levadura deben tener una digestión baja en el intestino. Los β-glucanos son la porción no digerible de las paredes de células de levadura, y por lo tanto, como mayor es la concentración de β-glucanos, menor es la digestibilidad de las paredes de células de levadura.

La intensificación de la producción avícola ha llevado a un aumento en los desafíos de salud relacionados con la calidad intestinal causados por patógenos presentes en todas las razas y comúnmente relacionados con la mortalidad, bajo rendimiento, contaminación de huevos y cadáveres. Por lo tanto, la suplementación de la pared celular de levadura con una alta concentración de MOS y β-glucanos puede asociar la reducción de la contaminación de algunos patógenos y la modulación del sistema inmune. Este tipo de respuesta es especialmente importante en los animales en las primeras etapas de desarrollo, reproductiva, períodos de estrés y desafíos ambientales, actuando como una resistencia animal profiláctica y creciente, minimizando el daño adicional.

Aunque la producción intensiva de aves de corral sea un entorno altamente desafiante, los productores son el primer eslabón de la cadena de producción y deben comprometerse con el objetivo de salud pública, tomando la seguridad alimentaria de la «granja a la mesa».

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Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno

Source: bmeditores.mx

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