Mejorando la calidad del huevo utilizando súperdosis de fitasa

Daniel Camacho Fernandez,
Gerente Técnico de MX, CA y CB
[email protected]

Jorge Rubio Arguello,
Gerente de Ventas de MX, CA y CB
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El huevo es una valiosa fuente de nutrimentos para el ser humano a un precio muy accesible. Puede ser considerada una de las fuentes de proteína con un alto valor biológico, más económica de las que disponemos. El valor de un huevo se acentúa cuando hablamos de un huevo incubable que nos lleve a obtener un pollito de primera calidad. En sí, puede considerarse que la gallina en producción nos proporciona en cada huevo un producto que viene en su propio empaque, el cascarón, que nos invita a su manejo cuidadoso, ya que parece tan frágil como si nos declarara el alto valor de su contenido interno.

Para obtener un huevo de alta calidad, hay que cubrir en la parte de la alimentación de la gallina, con todos los requerimientos demandados por su línea genética para cubrir sus necesidades de mantenimiento y la producción de huevo acordes a su etapa productiva, condiciones de manejo y la situación medioambiental en la que se encuentre, lo anterior dependerá de la adecuada formulación de cada dieta a través de una nutrición precisa, mediante la aplicación de la inteligencia alimenticia para realizar una formulación balanceada utilizando el concepto de proteína ideal (aminoácidos digestibles), la valoración de cada materia prima utilizada a través de una herramienta rápida y precisa como lo es el uso del NIR, y del uso de aditivos, sin dejar de reflexionar que el aditivo más importante que se debe incluir en el alimento es el conocimiento.

Dentro de los aditivos, la utilización de enzimas en el alimento de la gallina de postura productora de huevo para consumo humano o de huevo incubable es una práctica cada vez más común para deshabilitar los factores antinutricionales presentes en las materias primas vegetales. A la vez, mediante su uso, los productores denotan beneficios de ahorro en el costo de la formulación y en el desempeño productivo de las gallinas. El tipo de enzimas utilizadas es determinante para la obtención de estos beneficios, ya que la acción sobre sustratos específicos es lo que conlleva a la obtención de estas ventajas.

El uso de la enzima fitasa en el alimento tiene como objetivo hidrolizar el factor antinutricional denominado fitato presente en las materias primas (macroingredientes) de los alimentos, liberando fósforo (P) que de otra forma estaría indisponible. El fitato posee en su molécula una carga negativa, la cual tiene un poder de quelatación de nutrimentos esenciales con carga positiva muy fuerte; al hidrolizarlo, facilitará la liberación de calcio y otros minerales, aminoácidos, almidón, etc., que, normalmente estarían unidos al fitato siendo indisponibles para su absorción, afectando el balance de las dietas y por consecuencia al no ser disponibles estos nutrimentos para el animal, merman directamente su desempeño productivo.

Además, se ha demostrado que el fitato afecta directamente las secreciones endógenas del animal y que se une a las enzimas digestivas. Este factor antinutricional no es digerido por el aparato digestivo, al no contar con las enzimas específicas para hacerlo; causando con esto, desórdenes digestivos, diarreas inespecíficas, exceso de moco en la excreta y con ello un deterioro de la salud intestinal. Por todo lo anterior, con la aplicación de la enzima exógena específica para degradar el fitato, la fitasa, se obtendrá la liberación de fósforo, minerales, almidón y aminoácidos para el animal, lo que conllevará a una nutrición precisa.

Cada fitasa tiene su dirección de uso sugerida por su proveedor, para el caso de la fitasa de AB Vista (ABV) se recomienda utilizar de tres formas: 1) De manera estándar utilizando el programa conocido como “Full Matrix”; 2) Usando el programa de “Máxima Matriz Nutricional” (MMN), en el cual se toma en cuenta la cantidad de sustrato (fitato) en la dieta, medido este fitato a través del NIR; la utilización de este programa, incluye la xilanasa de ABV, y 3) Utilizando el programa de “Súperdosis” (SD), en el cual mediante el uso de una mayor cantidad de fitasa, el productor podrá denotar los beneficios de su uso en la mejora de los parámetros productivos de la gallina de postura y de la calidad del huevo.

Un programa de SD de la fitasa de ABV, se caracteriza por añadir más fitasa a la dieta, que la que normalmente se utiliza con matriz, siendo esta fitasa extra añadida sin la utilización de matriz; es decir, mediante una inclusión conocida como “on top”, recomendándose añadir para la gallina de postura un mínimo de 1,200 FTU/kg, siendo esta cantidad la suma entre la fitasa formulada con matriz y la fitasa colocada “on top”. Aun y cuando se observan mejoras productivas consistentes con esta forma de uso, algunas empresas en la porción de la fitasa formulada con matriz, sólo la formulan con los valores matriciales de minerales, excluyendo los valores de proteína, aminoácidos y energía, con esto ven más acentuados sus resultados en productividad.

En un estudio realizado en México en gallinas Bovans blancas de 39 semanas de edad, durante un periodo de 25 semanas, con un consumo de 105 g por gallina/día en una dieta en harina con base en maíz y soya, se probó un diseño de ensayo factorial (4×3) en el que se probaron 4 dosis de fitasa (ABV) (0, 300, 1,200 y 4,800 FTU/kg) en 3 niveles diferentes de lisina digestible (0.67, 0.77 y 0.87%), en dietas formuladas para contener 0.12% de fósforo disponible mientras que el grupo control positivo fue formulado con 0.25%, encontrándose que se liberaron nutrimentos adicionales más allá de fósforo que mejoraron el rendimiento, mostrando que la dosis de 1,200 FTU/kg obtuvo un mayor porcentaje de producción, masa de huevo, conversión alimenticia, menor pérdida de peso de la gallina, menor porcentaje de huevo roto y mayor resistencia a la rotura del cascarón al ejercer una fuerza externa.

El nivel de lisina digestible 0.77% resultó mejor que el utilizado en el grupo control positivo de 0.87%. La inclusión de fitasa pudo aumentar la disponibilidad de nutrimentos ya que, incluso con la misma cantidad de alimento consumido, se observó un mejor desempeño productivo. El mejor rendimiento de los animales alimentados con una dosis más alta de fitasa sugiere que se podría ahorrar más lisina en las gallinas ponedoras, lo que representa una herramienta para reducir el costo del alimento.

Otro estudio en México mostró que el uso de Súperdosis de fitasa aumenta la concentración de minerales en la yema de huevo. Este estudio se realizó en gallinas Hy Line W36 de 26 a 30 semana de edad en una etapa de adaptación, mantenidas en experimentación de las 30 a las 78 semanas con un consumo de alimento de 90 g/ave/día. Se tuvo un control positivo (CP), un control negativo (CN) con niveles reducidos de minerales (P disp., Ca y Na), aminoácidos (Lis, M+C, Treo y Trip) y energía, y la misma dieta CN se suplementó con 300 o 1,500 FTU/kg de fitasa (ABV). Cada cuatro semanas se seleccionaron y pesaron tres huevos por repetición (de 6 repeticiones) y se rompieron para colectar la yema. Las yemas se pesaron, liofilizaron y se les determinó la concentración de los minerales: Ca, P, Zn, Fe y Se.

QUANTUM BLUE SÚPERDOSIS MEJORA LA PRODUCTIVIDAD DE LAS GALLINAS PONEDORAS

 

Las aves alimentadas con el CN redujeron su peso a lo largo del período experimental, lo cual indica que dichas aves tuvieron restricción de nutrimentos. La inclusión de fitasa a 300 o 1,500 FTU/kg evitaron las disminuciones de peso corporal. La inclusión del nivel más alto de fitasa aumentó la concentración de Ca, P, Zn, Fe y Se en la yema del huevo, es de suponer que fue debido a la reducción de los efectos antinutricionales del fitato. Las concentraciones de Zn y Se en la yema de huevo de ponedoras alimentadas con 1,500 FTU/kg de fitasa (ABV), fueron mayores que las encontradas en las dietas del CP, lo que puede mejorar la vida de anaquel del huevo. Esto podría tener ventajas en la nutrición de las ponedoras, además de indicar que, mediante el aumento de las concentraciones de minerales en la yema, los niveles más altos de fitasa en los gallos y gallinas de reproductoras podrían tener un efecto directo sobre la incubabilidad y la calidad del pollito de un día de edad, además de mejorar la gametogénesis.

En dos estudios comerciales realizados en Brasil, se observó que la Súperdosis de fitasa (ABV) mejoró la producción y la calidad del huevo en etapas tardías del ciclo de producción en la gallina de postura. En una primera evaluación, siete casetas con alrededor de 4,000 gallinas ponedoras Bovans White por caseta de 87 semanas de edad con producciones previas similares, se alimentaron con una dieta normal (300 FTU/kg de fitasa (ABV), en 4 casetas) o SD (1,500 FTU/kg de fitasa (ABV), en 3 casetas) durante 8 semanas. Todos los huevos producidos se clasificaron por peso (45-50, 50-55, 55-60, 60-65, 65-70 y >70 g), la calidad del cascarón (cascarón delgado, quebrado y sucio) y otras pérdidas.

En una segunda evaluación, siete casetas con alrededor de 4,000 gallinas ponedoras Hisex White por caseta de 60 semanas de edad con producciones previas similares, se alimentaron con una dieta normal (300 FTU/kg de fitasa (ABV), en 4 casetas) o SD (1,000 FTU/kg de fitasa (ABV), en 3 casetas) durante 22 semanas. Se calcularon semanalmente la producción de huevo, huevos agrietados, mortalidad y los huevos producidos vendibles/gallina encasetada. En ambas evaluaciones, el alimento se formuló con 300 FTU/kg de matriz de fitasa (ABV), más las 1,200 FTU/kg o 700 FTU/kg de fitasa (ABV) extra incluidas sin ningún ajuste de formulación para los tratamientos de SD. Se concluyó que la Súperdosis de fitasa (ABV) en el primer estudio, mejoró el peso del huevo y redujo las pérdidas ocasionadas por el cascarón delgado o por huevos rotos, mientras que, en el segundo estudio, se mejoró el número de huevos/gallina encasetada debido a mejoras en la producción y a la reducción de la mortalidad.

Otro estudio realizado en Brasil utilizando Súperdosis en gallinas de postura en la etapa final de producción, se aplicó en gallinas Hy Line W36 de 65 semanas de edad a dos dietas que comprendían un grupo control con la dosis estándar de fitasa (ABV) (300 FTU/kg, con su respectiva matriz) o un grupo de aves de prueba a cuyo alimento se añadieron 1,000 FTU/kg adicionales de fitasa (ABV) con una aplicación “on top”, para dar un nivel total de 1,300 FTU/kg. Cada dieta se ofreció a dos casetas con entre 12,000 a 26,000 aves cada una. El estudio tuvo una duración de 20 semanas. Antes del inicio de la prueba (semana 62) y también a las semanas 72 y 83, se muestrearon huevos para determinar las características de calidad interna (peso del huevo, altura de la albúmina, unidades Haugh, color de la yema) y externas (fortaleza y grosor del cascarón). Se concluyó que no se observaron diferencias entre las dietas en cuanto al consumo de alimento, características de calidad internas y externas, y peso del huevo.

La producción total de las aves alimentadas con Súperdosis de fitasa (ABV) fue de más huevos, al tiempo que la mortalidad fue más baja. Esto dio como resultado >4 huevos/gallina encasetada de la semana 65 a la 84. Como no hubo mejoras en las características externas del huevo (grosor y fortaleza), se genera la hipótesis de que las mejoras en desempeño se debieron a la reducción de los efectos antinutricionales del fitato, más que a la liberación de P disponible (efecto extrafosfórico). La fitasa adicional añadida con SD (1,000 FTU/kg) redujo los efectos antinutricionales del fitato, lo que lleva a mejorar el aprovechamiento de otros nutrimentos importantes y a una disminución de las pérdidas endógenas.

En una prueba realizada en Francia, el objetivo fue evaluar la eficacia de la Súperdosis de fitasa (ABV) cuando se administra en hembras de los abuelos del pollo de engorda. El ensayo comprendió tres tratamientos: 1) Dieta Control (formulada para incluir 500 FTU/kg de una fitasa de E. coli comercial, con un aporte de 0.10% P disp. y 0.10% Ca); 2) Dieta que contiene 300 FTU/kg de fitasa (ABV) (formulada de acuerdo con la matriz recomendada por ABV para minerales: 0.15% de P disp. y 0.165% de Ca); 3) Adición de 1,000 FTU/kg de fitasa (ABV) al tratamiento 2 (totalizando 1,300 FTU/kg). Estos tratamientos se aplicaron a un total de 1,080 abuelas Hubbard, de 41 semanas de edad. La alimentación de la ración fue de 155 g/gallina/día. El alimento se ofreció en harina tratada térmicamente, después de acondicionarlo a 80°C.

El rendimiento de las abuelas se midió a lo largo de 140 días (las gallinas tenían 61 semanas al final del ensayo). La inseminación artificial se adoptó durante el transcurso del estudio, y los machos recibieron la misma alimentación que las hembras, según sus respectivos tratamientos. Las gallinas alimentadas con dietas que contenían 1,300 FTU/kg de fitasa (ABV) tuvieron el mayor peso de huevo, porcentaje de yema, altura de albúmina y unidades Haugh, posiblemente relacionadas con una mejor digestibilidad de proteínas/aminoácidos de la dieta debido a la mayor hidrólisis del fitato. Hubo un efecto de la edad para todos los parámetros de calidad del huevo evaluados, donde los huevos se volvieron más pesados a medida que las aves envejecían, con relativamente más yema y menos albúmina. La Súperdosis de fitasa (ABV) (1,300 FTU/kg) mejoró la calidad del esperma (volumen de semen y concentración de células) de los machos, pudiendo servir como una herramienta para mitigar los efectos perjudiciales del envejecimiento en la calidad de los espermatozoides de los gallos, mejorando potencialmente la fertilidad y reduciendo la necesidad de selección de machos (es decir, spiking).

Como podemos ver, los resultados al utilizar la Súperdosis de fitasa (ABV) pueden variar de manera general, de acuerdo con la cantidad total de fitasa utilizada y de la proporción usada con matriz y “on top”, valores de matriz utilizados, cantidad de fitato en la dieta, estirpe genética, consumo de alimento, tipo de formulación, valoración de las materias primas, condiciones de manejo y medioambientales, etc., con lo cual se puede concluir que frente a los resultados productivos favorables que se han obtenido y ante los diversos factores que los pueden influir, resulta propicio validar en cada circunstancia productiva la dosis de fitasa (ABV) sugerida (1,200 FTU/kg), para valorar mediante un estudio Beneficio/Costo la posible aplicación de este programa, sin olvidar tomar en cuenta el precio de las materias primas y el precio al mercado del huevo, que influyen directamente sobre el entorno financiero de cada empresa.

Por último, hay que tomar en cuenta que la inclusión de más de una enzima en la dieta no presenta un efecto aditivo, y aunque las enzimas tienen la característica de ser substrato dependientes, presentan sus productos finales interacciones muy complejas que hay que tener cuidado de no cuantificar dos veces algunos nutrimentos. Hay que seguir las recomendaciones de cada proveedor de enzimas, ya que cada producto presenta diferencias substanciales como lo son su origen, tecnología, termoestabilidad, matriz de formulación, efectividad ante pequeñas cantidades de sustrato, etc., lo cual hacen variar sus resultados.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Octubre- Noviembre 2021

Source: bmeditores.mx

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