Los socios de investidura reclaman un nuevo modelo productivo progresista

Los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, incluidos sus socios de Gobierno, el grupo confederal de Unidas Podemos En Común Podem y Galicia En Común, iniciaron de forma oficial ayer la presión para orientar el destino de los 140.000 millones de euros que proveerá Europa en forma de ayudas y créditos, hacia el espectro progresista, a la vez que lanzaron advertencias sobre la tentación de pactarlos con las formaciones conservadoras, singularmente, Ciudadanos.

El primero fue el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, quien mencionó la aproximación a Ciudadanos, que a su juicio quedó testada en la reciente votación sobre las conclusiones de la comisión para la reconstrucción económica. “En la comisión de reconstrucción hemos visto el fracaso de la geometría variable”, dijo, tras enumerar los que a su juicio deben ser los tres pilares en que descanse el destino de esos fondos: la transición ecológica, la modernización y digitalización de los sectores productivos, y la atención a los sectores que se han demostrado vitales durante la pandemia, singularmente el sector de cuidados.

Echenique abogó por una “geometría coherente”, y fue muy explícito: “Es muy importante elegir bien a los compañeros de viaje”, y previno a Sánchez de la tentación de intentar acercar al que se refirió en todo momento como “partido holandés”, léase el Partido Popular.

El portavoz de los morados había iniciado su intervención cargando “como científico” contra la sarta de bulos médico-políticos lanzados por el portavoz de Vox, Santiago Abascal, al que tildó de terraplanista, antes de definir a su partido: “Son ustedes lo contrario de la Ilustración, esa es su definición histórica”.

Echenique había sido precedido en el uso de la palabra por el presidente del grupo parlamentario confederal, Jaume Asens, quien puso el acento en la pérdida de calidad democrática de la convivencia en España, empezando por la retirada del tercer grado penitenciario a los líderes del procés catalán –“esto no es justicia, es venganza”–, para seguir por el ambiente de hostigamientos violentos contra tres miembros del Gobierno, el vicepresidente Pablo Iglesias, y las ministras de Trabajo, Yolanda Díaz, e Igualdad, Irene Montero. Un retroceso democrática peligroso del que responsabilizó a la derecha del hemiciclo, singularmente a la formación de extrema derecha Vox.

En defensa de la reindustrialización verde habló el diputado Enrique Santiago, secretario general del PCE, poniendo el acento en la digitalización y en la defensa de los derechos de las mayorías sociales.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, tras señalar que la moción de censura anunciada por Vox iba directamente “contra Pablo Casado”, admitió que la consecución del fondo de recuperación europeo era una buena noticia, pero advirtió de que la contrapartida era que sería Bruselas quien tuviera la última palabra sobre las políticas que se apliquen y que eso significaría que el socio elegido para la negociación presupuestaria sería Ciudadanos.

En este sentido, el portavoz republicano hizo un llamamiento a Unidas Podemos para que evitaran este giro de políticas del Gobierno hacia la ortodoxia neoliberal: “La principal amenaza a su escudo social no somos nosotros, es Ciudadanos”, subrayó. “¿Cuánto duraría el Ingreso Mínimo Vital con Ciudadanos, o la prohibición de cortar la luz y el agua a quien no la pueda pagar, o la derogación de la reforma laboral?”, dijo el líder de Esquerra, que acabó con un presagio funesto: “Si siguen callando para no incomodar, irán a por ustedes”.

La portavoz de Junts per Catalunya, Laura Borràs, por su parte, puso el acento en lo que considera una baja calidad democrática de España, en alusión a la suspensión del tercer grado de los presos del Procés y, en tal sentido, aseguró que España “solo se acuerda de Europa para pedir dinero”, no así para aplicar estándares de justicia continentales. En cuanto al fondo de recuperación europeo, Borràs puso el acento en la perentoriedad de negociar con cada territorio, tanto con las administraciones autonómicas pero también locales, y advirtió contra lo que sospecha, será un diseño económico “centralista”.

Algo parecido dijo Joan Baldoví, de Compromís, quien pidió colaboración institucional a Sánchez, y en particular, que cuente con comunidades autónomas y ayuntamientos. “Queremos salir más iguales, no más desiguales, y que las personas sean su primera prioridad“, dijo el diputado valenciano. También ofreció la “agenda valenciana” de prioridades de inversión, entre las que mencionó el corredor mediterráneo, pero también, una ley de transporte urbano que permita que todas las ciudades tengan similar acceso a la financiación.

El líder de Más País, Íñigo Errejón, abundó en el mensaje de la orientación progresista del fondo y también previno a Sánchez de la geometría variable: “Tiene usted la mayoría para hacerlo, deje de maltratarla”. Y fue muy expresivo sobre el enfoque que deben de tener los fondos europeos: esas inversiones son “una oportunidad”, para que España deje de ser “una colonia de gente precaria dedicada al monocultivo de la sangría y el ladrillo (…) De cómo se inviertan estos millones dependerá el futuro de varias generaciones y la viabilidad de España como país”.

Esos fondos europeos son un acuerdo “revolucionario”, admitió el portavoz del PNV, Aitor Esteban, pero advirtió que, a diferencia de lo que se dice desde La Moncloa, “la legislatura no está salvada”. En todo caso, el portavoz jeltzale subrayó que hay ocasión de cambiar el modelo productivo español, y exhortó a reunir la comisión para el concierto económico cuanto antes. Pidió ambición y altura de miras al ejecutivo, señalando que “es hora de que el objetivo del Gobierno no sea superar la próxima curva en la carretera, que ahora es aprobar el presupuesto, el objetivo debe ir más allá de mantenerse en el poder”.

El diputado vasco también advirtió al presidente de la necesidad de afianzar sus apoyos en el Congreso de los Diputados, y sin mencionarla, criticó la estrategia de geometría variable. “Es hora de que consoliden sus apoyos parlamentarios con una actitud diferente hacia sus socios en lugar de dar bandazos en cada votación”, dijo Esteban.

En similar sentido se pronunció, con mayor acento social, el diputado de Bildu, Jon Iñarritu, quien tendió la mano a Pedro Sánchez para llegar a acuerdos, pero también abjurando de un eventual pacto con Ciudadanos. Para Iñarritu, es evidente que la entrega de estos fondos implicarán recortes a medio plazo y el Gobierno deberá elegir “si recorta por arriba o por abajo”. El diputado abertzale lamentó la imagen transmitida por la negociación europea, configurada como un enfrentamiento del norte contra el sur, de “países ricos contra países pobres”, y ofreció toda la colaboración de su grupo para negociar y llegar a acuerdos con el ejecutivo si su prioridad era “blindar el escudo social”.

Source: https://www.lavanguardia.com/politica/20200729/482576796796/socios-de-investidura-echenique-rufian-errejon-borras-baldovi-pnv.html

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