Adriana Cossío Bayúgar.
Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio
FMVZ. UNAM.
Resumen
La evaluación del bienestar en las diferentes especies de producción animal surge primordialmente como una respuesta del mercado a los consumidores; de los comercializadores y productores a la presión social. En algunos países, principalmente en Europa, existe legislación al respecto.
En México la legislación vigente está comprendida en la Ley Federal de Sanidad Animal y en algunas normas oficiales. El objetivo principal en el planteamiento de una evaluación del bienestar debe de ser la búsqueda de fortalezas y debilidades del sistema de producción para fortalecer los puntos débiles; independientemente de si se hace en forma de auditoría, de cumplimiento de normas, como evaluación interna o como aplicación para una certificación.
Una evaluación integral se basa en los animales, en las instalaciones y en el manejo. Para que sea confiable y repetible deberá ser sistemática y objetiva; estar diseñada de forma que se pueda aplicar en forma ágil, comprendiendo los diferentes elementos del centro de producción y a los animales en las diferentes etapas o lotes; quienes la aplican deben tener un entrenamiento previo y se debe de probar la confiabilidad entre observadores para cada punto o categoría de la evaluación.
Partiendo de las definiciones de bienestar animal que lo consideran como un estado del individuo que puede estar dentro de un gradiente que va de menor a mayor, que es medible y que está determinado por diferentes factores, entonces podemos identificar los indicadores que nos permitan medir el bienestar e identificar los factores que influyen en su nivel, para corregir los que están operando en detrimento del mismo y reforzar los que están influyendo en éste de manera positiva.
Una manera de poder organizar la evaluación y desarrollar un protocolo que nos aporte información de diferentes aspectos del bienestar, es como lo hacen algunas metodologías, partir de las cinco libertades; que pueden simplificarse en cuatro criterios o puntos centrales a evaluar: alimentación y aporte de agua, alojamiento, comportamiento y estado de salud. Para cada uno de estos criterios entonces se desarrollan o establecen indicadores que nos permitan medir el nivel dentro de una escala.
Cuando se seleccionan los indicadores es necesario tener claro qué estemos midiendo con ellos, y que de preferencia se hayan validado. Es ocasiones un indicador puede aportar información para más de un criterio; sin embargo es importante considerar incluir más de un indicador para cada criterio. Alrededor del mundo se han desarrollado diferentes protozoos que se encuentran en uso por instituciones de investigación y certificación, así como por compañías o prestadores de servicios; algunos de ellos son los de la Dra. Temple Grandín, los de WelfareQualityR, Validus Services, LLC; W.D. Hoard & Sons Company; algunos de los cuales se encuentran a disposición del público.
Artículo publicado en Entorno Ganadero
Source: bmeditores.mx
