El consumidor exige cada día más inocuidad en los alimentos

Redacción BM Editores.

Alfredo Ostos, director Global de Asuntos Corporativos de la empresa Lapisa, ofreció el curso “Alternativas al uso de los Antibióticos, en el marco de los trabajos del XLVII Congreso Anual de la Asociación Nacional de Especialistas en Ciencias Avícolas A. C., 2023 (ANECA), celebrado en el Poliforum León, en León, Guanajuato, del 2 al 5 de mayo.

El directivo de la empresa Lapisa inició su plática con una pregunta: ¿Y por qué debemos hablar de la inocuidad de los alimentos?; y explicó que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por falta de alimentos y de la inocuidad, 600 millones de personas se enferman, 420 mil mueren al año y de esas, 25 mil son menores de 5 años.

Por lo que se refiere a Latinoamérica, señaló que, en el 2022, 40 millones de habitantes padecen hambre, los cuales representan el 6.1 por ciento de la población; 1 de cada 10 niños y niñas menores de 5 años presentan retraso en el crecimiento; 1 de cada 4 adultos son obesos; 1 de cada 5 mujeres en edad fértil padecen anemia; 4.3 millones de niños menores de 5 años sufren de sobrepeso, que es el 7.3 por ciento de la población infantil.

Dijo que en el caso de México, las estadísticas indican que somos 131.23 millones de habitantes hasta este año, de los cuales 55.7 millones vivían en condiciones de pobreza en el 2020; 4.8 millones de mujeres y niños no han comido y 3 de cada 10 personas enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria.

Mencionó que las mujeres y menores de edad están significativamente más vulnerables y expuestas al hambre; además, el 24 por ciento de los niños menores de 12 años presentan sobrepeso y obesidad.

Después abordó el tema de la tecnología “de la granja al internet”, donde los usuarios de Google realizan 5.9 millones de búsquedas; los usuarios de Facebook comparten 1.7 millones de piezas de contenido; los de Instagram comparten 66 mil fotos; los de Twitter comparten 347 mil 200 tuits, los que utilizan Snapchat envían 2.43 millones de instantáneas, los de Tinder, se deslizan 1.1 millones de veces y los usuarios de correos electrónicos envían 231.4 millones de mails.

Ante este panorama, consideró que hace falta mucho esfuerzo, trabajo  dedicación y sacrificio para que una empresa, marca o profesional consiga tener una buena reputación y si la consigue puede aportar grandes beneficios e impactar positivamente en aspectos como la productividad de la compañía, el valor de la empresa, la confianza de los clientes, el liderazgo empresarial, las ventas o la capacidad para atraer el talento; “es un bien muy preciado, difícil de conseguir y muy fácil de perder”, reflexionó.

Ahora bien, dijo que grupos de interés no afines a la proteína animal usan la tecnología para, de una manera, desprestigiar a los sectores productivos, en este caso al avícola, donde difunden que a los pollos se les inyecta hormonas.

Contó el caso de Inglaterra en 1988, donde se presentó un aumento de casi 3 veces la difusión de presencia de salmonelosis, alertando a la población del riesgo de comer huevos crudos; Edwina Currie, ministra de Salud declaró que la mayor parte de la producción del Reino Unido está contaminada con Salmonella; ante esto, los representantes de la industria avícola y el Ministerio de Agricultura negaron el problema; también puso otros ejemplos como el caso de la empresa Tyson Foods, donde retiró del mercado 3.8 millones de kilos de pollo congelado por posible listeria: el encabezado fue: “crisis en Tyson Foods en Estados Unidos”.

Ante esta situación, explicó que el 84 por ciento de las empresas fallan acerca de sus esfuerzos para notificar al consumidor; por ello, recomendó estar conectados la marca, el cliente y las audiencias, y escuchar siempre lo que sus clientes y audiencias dicen y responderles; también cuidar al consumidor, generarle mensajes que mantengan su opinión positiva en lo que consumen y dimensionar en qué punto está su empresa o marca.

Puso ejemplo de cómo una noticia negativa puede impactar positivamente, en aspectos como la productividad de la compañía, el valor de la empresa, la confianza de los clientes, el liderazgo empresarial, las ventas o la capacidad para atraer el talento; “es un bien muy preciado, difícil de conseguir y muy fácil de perder”, afirmó.

Remarcó la frase con lo que se espera o se supone que va a pasar este 2023, como los anuncios de que se acerca la peor crisis económica este año, más guerras, movimientos sociales, el repunte del COVID-19 y mayores retos en la salud animal.

A este panorama, dijo, hay que agregarle la sostenibilidad y la producción de mayores alimentos para satisfacer la demanda de una población creciente; regulaciones muy complejas y restrictivas y producir más alimentos con menos costos, uso responsable de las herramientas de productividad, considerar el bienestar animal; todos estos factores los exige el consumidor final y quiere saber cómo se producen y bajo qué condiciones llegan los alimentos a su mesa.

Source: bmeditores.mx

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