El alcaudón dorsirrojo en el Sistema Central


Se trata de una ave paseriforme, característica de zonas de campiña de la región Eurosiberiana y con amplia distribución a nivel mundial, que se ha visto mermada en los últimos años 

el Mirador
Por Juan Carlos Hidalgo y Elena Baonza. Grupo para la conservación de la naturaleza y el anillamiento científico de aves ÁLULA
Los efectivos del alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) se han visto mermados gravemente en las últimas décadas a nivel global, llegando en ocasiones al colapso, e incluso a la extinción, de algunas de sus poblaciones. Entre las causas principales de su declive se ha apuntado a la pérdida y desfragmentación del hábitat fruto de una mayor intensificación agrícola, la desaparición de las prácticas tradicionales como el pastoreo, el uso de pesticidas, o los efectos del cambio climático global.

Como pequeña contribución al conocimiento de la especie, el Grupo de Anillamiento ÁLULA inició en el año 2017 un estudio que tiene como objetivo determinar la colonización, distribución, situación actual, fenología y patrones de migración de las poblaciones reproductoras del alcaudón dorsirrojo en el sistema Central, y más en concreto en la Comunidad de Madrid.

Macho de alcaudón dorsirrojo con dispositivo de seguimiento por geolocalización instalado durante jornada de anillamiento científico en la Sierra de Guadarrama (Comunidad de Madrid).

Durante estas últimas cuatro temporadas se ha realizado un intenso trabajo de campo consistente en la localización de poblaciones, realización de censos y jornadas de anillamiento científico en las que se han marcado algunos ejemplares con anillas de colores para lectura a distancia que facilite su seguimiento. Además, a algunos ejemplares se les ha instalado un dispositivo de geolocalización con el fin de ampliar la información sobre sus rutas migratorias.

“A algunos ejemplares se les ha instalado un geolocalizador con el fin de ampliar la información sobre sus rutas migratorias”

En el Sistema Central, el alcaudón dorsirrojo está presente entre los meses de mayo a septiembre, donde ocupa principalmente zonas abiertas de prados con arbustos espinosos. Este hábitat en el caso de las sierras de Guadarrama, Somosierra, Ayllón y Sierra del Rincón, se formó como consecuencia de las actividades ganaderas tradicionales, de gran importancia histórica para la diversificación de hábitats. La presencia del alcaudón dorsirrojo en las montañas del centro peninsular es relativamente reciente, con primeras citas hace unos 30 años, lo que supone un gran interés biogeográfico.

Hembra de alcaudón dorsirrojo capturada durante una jornada de anillamiento científico para su marcaje con anillas de seguimiento a distancia en la Sierra de Guadarrama (Comunidad de Madrid).

Como el resto de especies de alcaudones (hay cuatro especies en la península ibérica), los alcaudones dorsirrojos poseen un comportamiento territorial tanto en sus zonas de cría como de invernada, destacando sobre las atalayas arbustivas que emplean a modo de oteadero para capturar pequeñas presas, fundamentalmente insectos, que atrapan gracias a su fuerte pico ganchudo. Los alcaudones tienen la peculiaridad de almacenar sus capturas ensartadas en arbustos espinosos, que emplean a modo de despensa para las épocas de escasez, como días con climatología adversa o las primeras cebas matutinas de su hambrienta prole, pero también como parte del cortejo reproductor al reflejar la capacidad del macho en la captura de presas con las que alimentar a su futura prole.

Otra de las características fascinantes de su biología es su ciclo migratorio anual. Tras completar la reproducción en nuestras montañas, realiza un increíble viaje bordeando el mar Mediterráneo hasta su extremo oriental, desde donde dará el salto al continente africano, para continuar rumbo al sur hasta alcanzar sus cuarteles de invernada en zonas de sabana al sureste de África. El viaje de vuelta es aún más largo, alcanzando Asia por la costa oriental africana, sobrevolar la península Arábiga, para finalmente cruzar el mediterráneo dirección oeste y regresar de nuevo a sus zonas de cría en el Sistema Central. Un recorrido anual de aproximadamente 15.000 km, todo un reto para una ave con un peso algo inferior a los 30 gramos.

Macho de alcaudón dorsirrojo.

El alcaudón dorsirrojo es un magnífico indicador de la salud ambiental de las zonas de montaña, por lo que es necesaria la puesta en valor de la especie como bandera indicadora del buen estado de conservación de las áreas que ocupa. Reflejo de la importancia del mantenimiento de los paisajes de prados de diente fruto de la transformación del paisaje por el hombre, deben fomentarse de las actividades ganaderas tradicionales como precursoras de la biodiversidad de nuestras sierras. También se hace necesaria la revisión del estatus de la especie y establecer posibles acciones para su conservación, el seguimiento de sus poblaciones a medio y largo plazo nos facilitará información clave acerca de las causas de su serio declive, y los efectos del cambio climático global.

“El alcaudón dorsirrojo es un magnífico indicador de la salud ambiental de las zonas de montaña”

Esta especie es una auténtica joya que debemos conservar, y disfrutar de su observación en nuestras salidas de campo por la Sierra de Guadarrama. Cualquier observación de aves anilladas puede ser informada a la dirección ProyectoLANCOL@gmail.com

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Source: elguadarramista.com

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