¡Muy buenos días a todos!
Quiero comenzar saludando la iniciativa del PNUD de incorporar en este texto lo que son para mí dos temas de vital importancia y es una forma también de ver el Índice de Desarrollo Humano, es decir, con las presiones planetarias, el nivel de emisión del dióxido de carbono y huella material de cada país.
Pienso que lo primero es hacer conciencia nosotros que vivimos en una isla y que como consecuencia de vivir en una isla no podemos vivir de espalda al mar porque esto tiene un efecto importantísimo.
El hecho de que somos una isla nos hace muy vulnerables a los efectos del cambio climático más que otras naciones que viven en continentes.
Entonces esto nos tienes que dar a nosotros una perspectiva de que comúnmente el cambio climático es una realidad que supone mayores amenazas ecológicas como las que hemos experimentado en los últimos años y de las cuales somos testigos.
Estas incluyen temporadas ciclónicas más activas en el 2020, desde que se tiene registro, y una temporada de incendios sin precedentes que afectó, por ejemplo, a países como Australia y Brasil, el blanqueamiento de arrecifes de coral registrado en las costas de Bayahíbe, debido a las altas temperaturas en el Mar Caribe, un intenso periodo de sequía prolongado que ha generado imágenes tan preocupantes como la de la laguna de Cabral, uno de los mayores ecosistemas de agua dulce de la isla, en julio del año pasado, importante déficit de agua potable, altas temperaturas y ola de calor como la vivida con la presencia del polvo del Sahara en el verano.
Ante la urgencia de enfrentar esa realidad, desde el más alto nivel del Gobierno estamos dedicados a la mitigación y adaptación ante el cambio climático.
El presidente de la República ha enviado un claro mensaje sobre nuestro compromiso con la neutralidad de carbono y participará activamente durante la Semana del Clima de América Latina y el Caribe, que se celebrará en mayo y en agosto y de la cual somos país anfitrión.
La visión país en el aumento de la ambición climática para contribuir al objetivo último de limitar el aumento de la temperatura global 1.5 grado centígrado, reflejados en la actualización de nuestra contribución determinada a nivel internacional NDC, donde nos comprometemos a reducir un 27 por ciento las emisiones de gases invernaderos, tomando como base del año 2010.
Necesitamos también aplicar la Ley de Residuos Sólidos, que fue promulgada el año pasado y que el Ministerio de Medio Ambiente, que no le colocó ni una coma, ni punto a esta ley, nos asigna la responsabilidad de ser el órgano rector de este cuerpo legislativo, y en ese sentido me place informar que el pasado martes en cumplimiento al plazo que se nos otorgó de seis meses, depositamos ante la Presidencia de la República el Reglamento de Aplicación de la Ley General de Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos para fines de su promulgación.
Este reglamento fue el resultado de una serie de vistas públicas, de transparencia y de consultas públicas, con todos los sectores interesados, con lo cual entendemos que damos el paso correcto para poder tener entonces el marco normativo institucional que cierre el ciclo abierto de consumo y producción en República Dominicana.
Es otra señal de que luego de la crisis del covid-19 no volveremos a la normalidad como la conocíamos y que estamos comprometidos con una recuperación verde post-covid-19.
De manera muy oportuna este informe plantea que de volver a la misma normalidad, el futuro se reduciría a una interminable gestión de crisis y no al desarrollo humano.
Es por esto que hacemos un llamado para avanzar hacia un desarrollo humano cónsono con el medio ambiente, por ello desde el Ministerio de Medio Ambiente estamos trabajando en las jornadas de reforestación. Esta reforestación va a estar enmarcada en tres características: una con respecto a la frontera, a la línea fronteriza, otra con respecto a las cuentas hidrográficas y otra con respecto a los manglares y mangles necesarios para la protección.
natural frente a los huracanes, de manera que plantándonos la integración de las acciones de los sectores públicos y privados y de la sociedad civil, como la única forma para lograr los ajustes necesarios que garanticen el desarrollo sostenible para una vida plena a nosotros y a las futuras generaciones de nuestro planeta.
Básicamente quería apuntar lo siguiente: hay un déficit de protección de medio ambiente en República Dominicana generada por la falta de voluntad política en su momento, negligencia y corrupción que habido tradicionalmente en parte de este sector. Ahora quiero significar esto, desde que asumimos nuestras funciones en agosto nos hemos convertido, aunque no lo quisiésemos, en una policía medioambiental.
Como consecuencia de no haberse cumplido con la ley anteriormente hemos tenido que someter a la acción de la justicia en lo que va de gestión a más de 160 casos, de todos los niveles y de todas las condiciones y lo vamos a continuar haciendo hasta que equilibremos el rol y el grado de protección.
Quiero significar algo muy breve, las redes sociales hoy día y la trasparencia son fundamentales y en ese sentido nosotros nos hemos abierto a todas las vías de comunicación del Ministerio de Medio Ambiente con todos los sectores de la vida nacional, porque es importante tal como aquí se ha dicho, que se entienda que la protección del medio ambiente no solamente es de la autoridad sino también es de todos. A todos nos tiene que importar que tengamos una mejor y efectiva protección a nuestro medio ambiente y recursos naturales.
Source: ambiente.gob.do
