cómo homenajear a la Pachamama en tu casa – Fundacion Bosque Sagrado Dominicana

El día de la Pachamama, el 1º de agosto, es una de las ocho ceremonias más importantes de la Chakana, guía y sincronía del mundo andino. Es un calendario que marca la celebración de ambos solsticios y equinoccios, con la integración de las cuatro festividades intermedias. Una de ellas es este hermoso día de la Pachamama.

Durante todo el mes de agosto en América del Sur, los pueblos y naciones de los Andes celebran el despertar de la Madre Tierra, luego de su descanso durante el invierno, comenzando un nuevo año luego del Inti Raymi.

En la celebración de Pachamama​ se ofrenda a la Tierra todo aquello que amamos y lo mejor que tenemos. Esta ceremonia está llena de agradecimiento a la gran madre proveedora, por todo lo que nos dio y por todo lo que tomamos de ella. Es un nuevo ciclo de renovación.

En este acto ponemos equilibrio, consciencia, amor y, por sobre todo, reciprocidad. La festividad o celebración de la Pacha es también llamado “Pago a la Tierra”.

En la celebración de Pachamama se ofrenda a la Tierra todo aquello que amamos y lo mejor que tenemos. Esta ceremonia está llena de agradecimiento a la gran madre proveedora, por todo lo que nos dio y por todo lo que tomamos de ella. Es un nuevo ciclo de renovación. Gentileza

Es entendido como el mayor acto de reciprocidad consciente que podemos hacer; este es un verdadero momento de agradecimiento a la gran madre, que todo lo nutre y le agradecemos por todo lo que nos da incansablemente, día tras día, mes a mes, año tras año. En esta ofrenda hay unidad entre el mundo material y el mundo espiritual. Esta festividad cobra valor e importancia no solo para las comunidades del altiplano, sino en las áreas urbanas: es hermoso poder hacer “original lo originario” trayendo a la casa la sabiduría de los pueblos.

Los Apus, espíritus tutelares de las montañas, que simbolizan lo masculino, la fuerza y la potencia, son representados en la gran mesa de la ofrenda con el color blanco: flores blancas, alimentos blancos, bebidas blancas.

El color rojo es la sangre, los ríos, la tierra y reproducen la frecuencia vibratoria de lo femenino.

La ofrenda es reconocer el recorrido, la vida, los ciclos. Ofrendando la consciencia, la gratitud y el reconocimiento de lo que nos da la vida. Se invitan a todas las vibraciones a la mesa, todo el alimento que se le va a dar a la madre tierra, para así volver al equilibrio desde la consciencia, desde el conocimiento y las emociones.

Si bien en los distintos pueblos de América Latina se realizan ceremonias propias, el sentido general es de festejo por la Naturaleza protectora y dadora de vida, por la fecundidad de la tierra, un agradecimiento por el alimento y las cosechas. También se despide la etapa más cruda del invierno purificando el cuerpo físico con “caña con ruda” (que ahuyenta las enfermedades respiratorias y otros «males»).

Marcelino Huaman Capac, representante de la comunidad Q’ero en Argentina, propone:

– En un espacio natural, se realiza un pozo donde se vuelcan alimentos y bebidas consagrados especialmente: se pueden colocar frutas, comidas tradicionales, chicha, harina, jugos, miel . Se queman, se entierran, y luego se los cubre con tierra y flores.

– Se pueden tomar tres hojas de coca, se las sopla al viento y se les pide a los “apus” (espíritus de las montañas) algún deseo. Se le sacan los cabitos a las hojas y se ponen en la boca (luego se guardan). Luego se enuncia la siguiente frase en quechua a quien está a nuestro lado (con otras tres hojitas): “jallpay kusunchis” y el compañero responde “urpillay soncoyay”. Cada rezo es un deseo y un agradecimiento.

– Luego podemos enunciar un rezo de agradecimiento al espíritu del cielo, a la Pachamama, y luego a los elementos que sostienen la vida: al fuego, al aire, al agua y a la tierra.

Otra de las tradiciones que podemos recrear fácilmente en casa es el sahumado del 1º de agosto, con el objetivo de purificar los ambientes de energías estancadas y renovarlas a la espera de la primavera.

– En una sahumadora -preferentemente de barro o latita que soporte el calor- encendemos un pequeño carbón vegetal.

– Una vez prendido, arrojamos hierbas y resinas, como incienso, mirra, canela, sándalo, contrayerba y romero. El romero (seco o recién cortado) es especialmente recomendado porque, como lo indica la forma de la planta (y sus pinches), su humo corta, sana y libera. Energéticamente despide el invierno y abre los caminos para los deseos que tienen que florecer en primavera. También podés usar el romero haciéndolo hervir y usando el vapor como purificador ambiental, o bañándote con esa agua como baño de purificación.

Source: fundacionbosquesagradodominicana.org

Comparta el conocimiento 💚

Leave a Reply

Your email address will not be published.