Francisco Alejandro Alonso Pesado
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Elizabeth Rodríguez de Jesús
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Introducción.
El principio de competitividad se aplica, de forma eficiente en el sistema de producción avícola mexicano, además empresarios, políticos, economistas, funcionarios de gobierno, administradores, reconocen la enorme importancia del principio(1, 2).
Cuando en los estudios del sistema de producción avícola se incluye el principio de competitividad el marco de referencias se amplia y los agentes económicos pasan de una actitud auto protectora a un planteamiento abierto, expansivo y proactivo(1, 2).
La competitividad impacta en la forma de plantear y desarrollar cualquier iniciativa en las empresas del sistema de producción avícola, lo que permite un crecimiento y desarrollo en la actividad avícola nacional(1, 2).
Cuando se habla de competitividad necesariamente se tiene que incorporar el componente teórico de ventaja comparativa. Una empresa competitiva es aquella en que la ventaja comparativa estaría dada por una mayor habilidad empresarial, una mayor cantidad y calidad de recursos escasos disponibles, una mayor cantidad de conocimientos de vanguardia, etc., de los que disponen las empresas que compiten en ese mercado. Las empresas avícolas que compiten en ese mercado con la empresa que tiene ventajas comparativas, presentan en menor medida habilidades, una menor cantidad y calidad de recursos escasos disponibles, una menor cantidad de conocimientos de vanguardia, esto hace posible que la empresa presente rendimientos económicos mayores a los rendimientos económicos de las empresas competidoras(1 ,2).
Cuando se aborda el tema de competitividad se incurre en escenarios, mismos que estudian temas del entorno externo y del entorno interno, y la planeación estratégica toma un papel central, en las granjas de producción de carne de pollo y huevo para plato, en empresas avícolas grandes, medianas y pequeñas, en empresas de nueva creación o en negocios avícolas maduros, y en general en cualquier empresa de la cadena de valor del sistema productivo avícola(1, 2).
Por otro lado, el concepto de competitividad nos conduce a “hablar” de la idea de “excelencia”, o sea, una empresa avícola eficiente y eficaz(1, 2).
La competitividad no es el resultado de una casualidad ni «nace” espontáneamente; la competitividad es el resultado de un largo proceso de aprendizaje y negociación por grupos empresariales, colectivos representativos que configura a conducta organizativa, es decir, los accionistas, los directivos, los trabajadores, los acreedores, etc., se organizan, adquieren conocimientos del entorno interno y del entorno externo, tomando decisiones para lograr las ventajas competitivas. El gobierno y la sociedad son agentes económicos que tienen que ver con la competitividad de las empresas avícolas, en el sistema de producción avipecuario(1, 2).
Una empresa avícola, si desea mantener un nivel alto de competitividad a largo plazo, debe usar antes y después, procedimientos, estrategias, análisis y decisiones formales, en un marco de «planeación estratégica”. La planeación estratégica, es un proceso que sistematiza y coordina todos los esfuerzos de las empresas avícolas, este proceso se encamina a maximizar la eficiencia en todos los eslabones de la cadena de valor del negocio avícola y del sistema de producción de carne de pollo y de huevo(1, 2).
Con el fin de explicar mejor la eficiencia, contemplemos la competitividad interna y la competitividad externa(1, 2).
La competitividad interna se refiere a la capacidad de la empresa avícola para lograr el máximo, rendimiento de sus factores de producción (recursos escasos disponibles), como mano de obra, capital, materiales, ideas, espíritu empresarial y recursos naturales, además lograr el máximo rendimiento en los procesos de transformación, distribución y comercialización. Cuando se aborda el tema de competitividad interna viene la idea de que la granja avícola debe competir contra sí misma, con expresión acentuada de continuo esfuerzo de superación(1, 2).
La competitividad externa se refiere a la obtención de logros de la empresa en el contexto del mercado, o en el sector a que pertenece. En la competitividad externa, se deben contemplar variables externas, como el grado de innovación, el dinamismo del sistema de producción avícola, el comportamiento de los precios de los insumos en el mercado internacional, la estabilidad económica en el país, y otras variables. El sistema de producción avícola del país una vez alcanzado cierto nivel de competitividad externa, debería seguir por la ruta de mantener una competitividad futura, basada en generar nuevas ideas y productos, buscar nuevas oportunidades de mercado nacional e internacional y encontrar nichos de mercado con suficiente poder de compra que demanden mercancías avícolas con alto valor agregado(1, 2).
Un concepto de competitividad es aquel que dice: en la capacidad de una empresa u organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar determinada posición en el entorno socioeconómico(1, 2).
Bajo este contexto, el objetivo del trabajo fue describir la competitividad en la actividad avícola.
Material.
Para elaborar el trabajo descripción de la competitividad en la actividad avícola se recurrió a fuentes de información secundarias obteniendo información que se seleccionó y analizó.
Desarrollo del tema.
Competitividad de la actividad avícola.
La incorporación del principio de competitividad en las funciones, actividades y operaciones en la actividad avícola, permite a ésta aumentar su nivel de competitividad, ahora bien, la efectividad con que se aplique este principio determinará el nivel competitivo que el sistema de producción avícola alcance, o mantener ese nivel en el que se encuentra esa actividad(1, 2).
En términos generales hay cuatro etapas de evolución de la competitividad, cada etapa tiene un nombre particular y una serie de características que diferencian a cada etapa, es así como se tienen las 4 etapas: (véase cuadro 1).
Las características de cada etapa continua se describen a continuación:
Etapa I. Incipiente.
El sistema de producción avícola o una empresa avícola son altamente vulnerables a los cambios ocurridos en el entorno interno y externo, el sistema o la empresas actúa de acuerdo a las presiones del marcado o bien a estados de ánimo de los propietarios, la aplicación del principio de competitividad es prácticamente nula y se tiene poco control sobre el destino de la actividad o de la empresa, se reacciona por intuición a los cambios de los entornos y por consiguiente la actividad avícola o la empresa avipecuaria se desconcierta y desorienta con todo lo que está aconteciendo, tanto en el interno como en el entorno externo(1, 2).
Etapa II. Aceptable.
Se subsanan los principales puntos vulnerables contándose con los cimientos adecuados y así hacer un buen papel ante los ojos de los demandantes de mercancías avícolas y de los competidores. El principio de competitividad se aplica aceptablemente en la actividad avícola y en la empresa, y aunque el principio no se domina totalmente, es claro que para seguir compitiendo y mantenerse en el mercado se requiere fortalecer el principio, el personal directivo de las empresas del sistema avícola se hace responsable del futuro de ellas y encamina su destino hacia donde se observa lo que mejor les conviene a las empresas, representando esto una enorme ventaja para las empresas de la actividad avícola(1, 2).
Etapa III. Superior.
La actividad económica avícola así como las empresas empiezan a colocarse en posiciones de liderazgo y este sistema caracteriza por el alto nivel de innovación que mantiene y sostiene al interior del mercado. Domina el principio de competitividad, reacciona de manera casi inmediata a cualquier cambio del entorno externo.
Las empresas avícolas que conforman el sistema económico avícola colocan en primer plano la cultura organizacional con el fin de lograr homogeneizar el pensamiento, sentimiento y acciones de todo el capital humano de las empresas productoras de mercancías avícolas(1, 2).
Etapas IV. Sobresaliente.
Las empresas avícolas que se encuentran en esta etapa son empresas visionarias, que, por lo general, poseen tecnología de punta, así como generación de tecnología directiva a un ritmo acelerado, sirviendo de benchmark al resto de la actividad económica avícola, pues precisamente son estas empresas las que van generando los cambios en el sistema y las otras empresas avícolas se van adaptando a estos cambios(1, 2).
En esta etapa, las empresas avícolas con competitividad sobresaliente viven en continúa amenaza por parte de otras empresas avícolas competidoras ubicadas en las etapas anteriores, pues tratan de encontrarles debilidades en el mercado(1, 2).
En esta etapa el principio de competitividad se aplica en un muy alto nivel de eficiencia y todos los agentes económicos involucrados en el sistema de producción avícola están convencidos de ello.
Las empresas avícolas ubicadas en esta etapa están en la posibilidad de compartir su tecnología directiva con otras empresas del sistema. El empresariado avícola ubicado en esta etapa muestra cierta disposición por compartir resultados y la manera de cómo alcanzaron sus posiciones actuales en el mercado. Sin embargo, en otras ocasiones, las empresas ubicadas en esta etapa y con gran poder económico controlan el mercado, haciéndolo notablemente imperfecto(1, 2).
3.2 Refuerzo competitivo.
La competitividad significa un beneficio económico sostenido para las empresas avícolas. Además, la competitividad es el resultado de una continua innovación y de una mejora de calidad constante. Si hablamos de competitividad necesariamente se tiene que hablar de productividad.
La empresa avícola es productiva en razón a inversiones de capital de punta, a inversiones en la capacitación del recurso humano; la empresa avícola es productiva cuando se integran los recursos, considerando que éstos son de igual importancia(1, 2).
Las acciones de refuerzo competitivo deben ser realizadas para la mejora de: a) la competencia entre empresas; b) las condiciones y los factores de la demanda; c) los servicios de apoyo asociados a la actividad avícola; d) la estrategia competitiva; y e) la calidad total (estrategia de enorme importancia para la competitividad)(1, 2).
El planeta vive un proceso de cambio vertiginoso y de competitividad mundial, en una economía mundial cada vez de mayor apertura comercial internacional, escenario que hace obligatorio un cambio radical de enfoque en la gestión de las empresas avícolas(1, 2).
En este mundo de continuos y acelerados cambios, las empresas productoras de satisfactores avícolas deben buscar altos índices de productividad, lograr mayor eficiencia y ofrecer servicios de alta calidad, lo que está obligando que los gerentes, los administradores, los dueños de las empresas, adoptar una administración participativa, tomando muy en cuenta al elemento humano, desarrollando el trabajo en equipo multidisciplinario e interdisciplinario, para alcanzar una etapa sobresaliente de competitividad y así responder de manera adecuada a la creciente demanda de productos avícolas de óptima calidad. La calidad óptima se presenta también en los diferentes eslabones de la cadena de valor, además, esta respuesta a la demanda y a la cadena de valor debe ser eficiente, rápida y de excelente calidad(1, 2).
Para comprender el concepto de calidad total, es hacerlo bajo el concepto conocido como «paradigmas». Un paradigma se entiende como un modelo, como una teoría, como una percepción, como un marco de referencia, como una presunción que incluye un conjunto de normas y reglas que establecen parámetros e indicadores y sugieren cómo resolver problemas, escollos y retos exitosamente dentro de esos indicadores y parámetros(1, 2).
Un paradigma viene a ser un filtro, un lente mediante el cual se ve el mundo; no propiamente en un plano visual, sino más bien bajo un plano perpetuo, comprensivo e interpretativo(1, 2).
La calidad total es una filosofía, es un concepto, es una estrategia, modelo de hacer rentables a las empresas, y la calidad total se enfoca hacia el consumidor, hacia el demandante, hacia el cliente(1, 2).
La calidad total no sólo se refiere a los productos avícolas o a los servicios ofrecidos por la actividad avícola, además a la mejoría continua en el aspecto organizacional y en el aspecto gerencial; si se contempla un negocio avícola como una empresa integrada manejando los eslabones de su cadena productiva (o de valor), donde cada trabajador de la cadena, desde los gerentes, hasta los trabajadores del más bajo nivel jerárquico están comprometidos con los objetivos empresariales, la empresa se acerca al concepto de calidad total(1, 2).
Para que la calidad total se logre a plenitud, se requiere el rescate de los valores morales básicos de la sociedad y es aquí, donde los empresarios deben jugar un papel fundamental, iniciando por una educación previa de sus trabajadores con el fin de conseguir una fuerza laboral con mayor predisposición, con una mayor capacidad de asimilar los problemas de calidad total; fuerza laboral. Con claros criterios para sugerir cambios a favor de la calidad total; recursos humanos con una fuerte capacidad de análisis y observación del proceso económico avícola y así poder corregir errores(1, 2).
Para lograr competitividad en las empresas avícolas, se deben implementar tres estrategias genéricas, éstas son: liderazgo de costo, diferenciación y enfoque.
i) Liderazgo de costo.
El liderazgo de costo, es ahí donde la empresa avícola se propone ser el negocio avícola de menor costo del sistema avícola. La empresa tiene un amplio panorama y sirve a otros segmentos del sistema productivo avícola, y aun puede operar en eslabones como la transformación, el transporte, el almacenamiento, la distribución y la comercialización de mercancías avícolas. El tamaño de la empresa avícola es una variable importante, y esta variable puede otorgar una ventaja de menor costo. Las fuentes de las ventajas del menor costo son variadas y dependen de la estructura del sector, en este caso del sector avícola. Grandes empresas avícolas presentan ventajas de menor costo mediante economías de escala con tecnologías de punta, así también a través de acceso preferencial a materias primas, sobre todo a insumos alimenticios(1, 2).
ii) Diferenciación.
La segunda estrategia genérica es la diferenciación. En la estrategia de diferenciación, la empresa o las empresas avícolas, busca o buscan ser únicas en el sistema de producción. La empresa selecciona uno o más atributos que un número importante de demandantes perciben como relevantes, y la empresa avícola pone énfasis en esos atributos para satisfacer esas necesidades. La empresa avícola es recompensada en su exclusividad con un precio de venta mayor. La diferenciación puede sustentarse en productos avícolas con un mayor valor agregado (hamburguesas de pollo, pechuga de pollo con zanahorias y brócoli, etc.); la diferenciación se logra cuando la empresa instala un sistema de entrega por medio de internet y las ventas crecen de forma sistemática; o la diferenciación se establece por medio de un enfoque moderno de mercadotecnia. La diferenciación es el resultado de otros muchos factores(1, 2).
iii) Enfoque.
La tercera estrategia genérica para lograr competitividad, es el enfoque. Esta estrategia es muy diferente a las otras dos estrategias, ya que esta estrategia descansa en la elección de un grupo o segmento de competencia estrecho al interior del sistema avícola productor de carne y de huevo para plato(1, 2).
El empresario enfocado selecciona un segmento de la actividad avícola y ajusta la estrategia para servir precisamente a ese segmento y excluye a otros segmentos en su estrategia(1, 2).
Al optimizar su estrategia para los segmentos blanco, como por ejemplo el segmento de producción de huevo para plato, el empresario enfocador busca lograr una ventaja competitiva precisamente en ese segmento(1, 2).
La estrategia de enfoque presenta dos variantes.
En el enfoque de costo la empresa avícola busca una ventaja de costo precisamente en el segmento blanco (el menor costo de producción del kilogramo de huevo para plato). La otra variante es el enfoque de diferenciación, en este enfoque la empresa avícola busca la diferenciación en su segmento blanco (producción de huevo para plato orgánico)(1, 2).
Ambas variantes (de costos y de diferenciación) de la estrategia de enfoque descansan en la diferencia entre los segmentos blanco del empresario enfocador y los otros segmentos en la actividad productora avícola, que no son segmentos blanco.
Los segmentos blanco deben tener demandantes con necesidades inusitadas
El enfoque de costo aprovecha las diferencias en el comportamiento de costos en el segmento blanco, mientras que el enfoque de diferenciación aprovecha las necesidades especiales de los consumidores del segmento blanco(1, 2).
Ventaja competitiva.
La ventaja competitiva de una empresa avícola se comprende mejor cuando la empresa se estudia bajo la perspectiva del análisis de cada uno de los eslabones de su cadena productiva. La ventaja competitiva radica en las muchas actividades que se llevan a cabo en la empresa en sus diferentes eslabones. En actividades de producción, de procesamiento, de distribución, de mercadotecnia, de entrega y apoyo a sus productos se presenta la ventaja competitiva. Cada una de estas actividades en los eslabones de la cadena productiva de la empresa avícola, pueden contribuir a configurar costos de producción competitivos y crear una base de diferenciación(1, 2).
Una ventaja en el costo de producción, por ejemplo, puede surgir de un sistema de distribución eficiente de insumos de bajo costo. Un proceso de transformación eficiente contribuye a costos de procesamiento bajos(1, 2).
La diferenciación puede originarse de factores diversos, incluyendo el abastecimiento de insumos de alta calidad. Además, esta diferenciación se puede lograr mediante un sistema de registro de pedidos responsables de recursos productivos(1, 2).
Se deben examinar sistemáticamente todas las actividades que desempeña la empresa avícola y cómo interactúan entre sí estas actividades. El llevar a cabo este ejercicio conduce al análisis de donde surge la ventaja competitiva.
La cadena de valor disgrega a las empresas avícolas integradas verticalmente en sus actividades estratégicas relevantes para comprender el comportamiento de costos y los orígenes de diferenciación existente y potencial(1, 2).
Una empresa avícola obtiene las ventajas competitivas, cuando sus diversas actividades en sus diferentes eslabones presentan costos muy bajos y más competitivos que los costos de sus competidores(1, 2).
4. Conclusiones.
En la actualidad el principio de competitividad es vital para que las empresas avícolas permanezcan en el mercado.
La competitividad “exige” del estudio del entorno interno y externo, estudio llevado a cabo por empresas avícolas competitivas.
La competitividad conduce a la idea de excelencia.
Hay relación estrecha entre competitividad, planeación estratégica y productividad.
En términos generales hay cuatro etapas de evolución de la competitividad.
La competitividad se refuerza con calidad total.
Para lograr competitividad en las empresas avícolas, es necesario implementar tres estrategias genéricas, las cuales son: liderazgo de costo, diferenciación y enfoque.
La ventaja competitiva de una empresa avícola se comprende mejor cuando la empresa se estudia bajo la perspectiva del análisis de cada uno de los eslabones de su cadena productiva.
Los productores avícolas mexicanos, confirman un nivel de competitividad global de primer orden(1, 2).
Literatura citada.
1. Plan Rector Visión 2014-2024 «Sistema Producto Huevo para Plato. «Publicación realizada con apoyo de la SAGARPA a través del Programa de Desarrollo de Capacidades Innovación Tecnológica y Extensionismo Rural 2013”.
2. SADER Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural. www.sagarpa.gob.mx.
Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Diciembre- Enero 2022
Source: bmeditores.mx
